La Policía Local intenta prevenir posibles delitos en actuaciones del nuevo plan contra la inmigración ilegal.

Agentes de la Policía Local de Sant Antoni de paisano se unen hoy a los operativos sin uniforme de la Guardia Civil que desde hace días trabajan en Sant Antoni coordinados con el Ayuntamiento y el Cuerpo Nacional de Policía dentro del nuevo plan de choque ideado para prevenir la delincuencia, en especial la generada alrededor de la venta ambulante ilegal y de inmigrantes «sin papeles». Este nuevo servicio se pone en marcha justo horas después de que patrullas uniformadas de la unidad nocturna de la misma Policía Local detuvieran a dos senegaleses, dos mahuritanos y dos magrebíes a los que se les presupone una estancia ilegal en territorio nacional.

Casi todos prestaron fuerte resistencia y en una de las actuaciones un agente resultó herido de un puñetazo en un ojo izquierdo. Días atrás Comisaría tramitó la expulsión de cinco personas, arrestadas en el, transcurso de los primeros operativos que han tenido lugar en Sant Antoni.

Todos los detenidos han sido entregados a la Guardia Civil, a fin de que Comisaría decida si es preceptivo iniciar los trámites de expulsión. El caso más grave tuvo lugar precisamente cuando se identificaba al magrebí Saide E.H., persona que acreditó verbalmente tener sus papeles en regla. Al rato, en la zona del West End, y acompañado de su padre, volvió a cruzarse con los policías. Primero, según consta en el atestado, les dijo «están los negros vendiendo pastillas y sólo molestais a los marroquíes, racistas».

En este mismo informe se recoge que añadió «ya te cogeré , te clavaré un cuchillo y no me pasará nada. Sólo me mandarán a Marruecos. Soy musulmán y si muero matando a uno de vosotros iré al paraíso». El padre sufrió un vahído y un agente un golpe en la cara. Además, la Policía Nacional, dentro de los mismos planes contra la inmigración ilegal, ha incoado expediente contra el colombiano Julián M.R. tras descubrirle irregular en el país después de detenérsele tras una brutal agresión. Julián M.R., de 30 años y natural de Florida Valle, apaleó presuntamente a un compatriota en su puesto de trabajo porque no se le condonaba una deuda a un familiar.