La estación de servicio se encuentra cerca de la rotonda de ses Figueretes. Foto: V. FENOLLOSA.

El empleado, un ibicenco de unos 18 años, pudo activar la alarma antiatraco tras recibir dos puñaladas, una en el tórax en su lado derecho y el otro en un antebrazo, después de que al menos tres delincuentes encapuchados se las ingeniaran para irrumpir en el interior de la gasolinera poco antes de las cinco de la madrugada, hora en la que sólo se atiende desde una ventanilla. No se descarta que una cuarta persona estuviera en el exterior. Los datos recogidos ayer señalaban que la víctima llegó a enfrentarse con los asaltantes, produciéndose el forcejeo que concluyó con las puñaladas. Muy probablemente estuvieron esperando hasta que lograron que abriera la puerta de la estación.

Los ladrones, encapuchados y entre los que se reconoció a una mujer, huyeron en un BMW antiguo de color crema -se investigaba si robado- del que apenas se pudieron reconocer datos de su matrícula tras apoderarse del dinero del cambio y del tabaco. No podían hacer más, vistas las extremas medidas de seguridad con las que se dota a las cajas blindadas en este tipo de establecimientos. Los asaltantes se encontraron con la fortuna de que en estos días la empresa concesionaria de la gasolinera estaba renovando su sistema de cámaras de seguridad y esa noche no estaban operativas.

Una UVI móvil evacuó a Can Misses al herido, ingresado ahora en la Policlínica del Rosario, mientras la policía instalaba un operativo para interceptar el BMW. La cicatriz del pecho en la víctima precisará al menos diez días para cicatrizar. Los agentes buscaban en un principio con seguridad a tres sospechosos, dos ellos posiblemente magrebíes sin descartarse el concurso en el robo de conocidos toxicómanos españoles «fichados» por la policía y habituales últimamente en la zona. Estos dos sospechosos frecuentaban las gasolineras de Eivissa para cambiar dinero.