Los supuestos traficantes tenían la droga guardada en una bolsa de patatas fritas.

Interpol ya ha comunicado a las autoridades españolas la plena identificación y localización de dos jóvenes británicos que se hallaban en busca y captura después de que no se presentaran en Eivissa a un juicio en el que se debía dirimir sus presunta relación con 900 éxtasis que la Guardia Civil les intervino a ambos y a un tercero. Éste último, precisamente, quedó preso y ahora cumple una condena de nueve años de prisión. Todos ellos iban supuestamente en un taxi «pirata».

Los dos británicos, que debían haber sido juzgados el pasado mes de abril ante la Audiencia Provincial, fueron reclamados por un juzgado de Eivissa después de que la Fiscalía acordara solicitar al juez que se tomaran las medidas oportunas para su localización y extradición a fin de que no eludiera la acción de la Justicia española.

Interpol comunicó hace cerca de un mes el resultado positivo de las gestiones policiales después de que el gobierno español reclamara al británico la captura de M.C. y D.M., ambos compañeros de coche de Ll.S.P., el inglés que cumple condena. Los dos «fugados» lograron salir de la isla después de que cada uno de ellos pagara una fianza de dos millones de pesetas, dinero que les permitió abandonar la prisión de Eivissa. La actuación policial deja ahora en manos de un decisión judicial británica y de un nuevo acuerdo entre los gobiernos de ambos países el regreso de ambos sospechosos a Balears para ser juzgados.

Una patrulla de la Guardia Civil interceptó a los tres detenidos el pasado 19 de agosto cuando observaron la maniobra extraña que realizó el vehículo en el que iban los sospechosos, un turismo de matrícula inglesa, al salir de un garaje de Port des Torrent. Ll. S.P. aseguró en su juicio que él no tenían nada que ver con la droga y que sólo era un pasajero de este taxi ilegal.