Unidades especializadas en rescates de alta montaña iniciaron a primera hora de ayer desde Ipiales (Colombia) y Tulcán (Ecuador) el ascenso a la cima del volcán Cumbal para recuperar los cadáveres de las víctimas del accidente del avión de TAME, entre las que se encuentran dos ciudadanos españoles: María Jesús Ginés y José María Grau.

El Boeing 727-100 de la empresa Transporte Aéreo Militar Ecuatoriano (TAME), fue avistado el pasado martes en la cima del Cumbal completamente destrozado. Según los organismos especializados, no es posible realizar un rescate aéreo y por ello serán los expertos en montañismo los encargados de dirigir las labores para la recuperación de los cadáveres y restos de la aeronave, en especial la caja negra, que permitirá determinar las causas del siniestro.

Los cuerpos de las 92 víctimas serán trasladados inicialmente a la sede del Batallón Mecanizado Cabal del Ejército colombiano, en Ipiales. Según Andrés Miranda Montenegro, jefe de bomberos de Pasto, capital del departamento colombiano de Nariño, la tarea será muy difícil. «Puede tardar muchas horas o días», pues los cerros «son complicados para su ascenso y descenso», señaló. El aparato, que se estrelló minutos antes de aterrizar en el aeropuerto de Tulcán, al que había solicitado permiso para descender a las 10'23 hora local (15'23 GMT) del pasado lunes, fue divisado el martes a las 17'30 GMT por una avanzada del Ejercito y la Cruz Roja Colombiana, que buscaba la aeronave en la zona basándose en informaciones de campesinos de la región.

El aparato fue hallado en territorio colombiano, a 30 kilómetros al norte de la frontera con Ecuador, en un sitio conocido como «La Puerta», a 4.500 metros sobre el nivel del mar, según confirmó el jefe de operaciones especiales de la Fuerza Aérea Colombiana, el general Jairo Morales. Un campesino afirmó que «hay restos humanos esparcidos por todas partes». El ascenso al lugar de la tragedia se hace por senderos pocos transitados, ya que por lo agreste de la región en ella hay muy pocos habitantes. Mientras, las autoridades ecuatorianas y colombianas descartaron ayer la hipótesis del secuestro del aparato. «Nada nos lleva a pensar que el accidente sea un acto de sabotaje o de secuestro», dijo el presidente de Ecuador, Gustavo Noboa, durante la visita que está realizando durante estos días por Bolivia.