Imagen de un control policial efectuado en Eivissa. Foto: K.T.

El análisis de los datos sobre delincuencia en Balears obtenidos durante el pasado verano ha arrojado la confirmación de que el sesenta por ciento de los delitos que se cometen en la Comunitat Autònoma son cometidos por ciudadanos extranjeros, según una estadística elaborada por la Guardia Civil.

En una reunión celebrada en Palma y a la que asistieron, entre otros, el presidente del Govern, Francesc Antich; el conseller balear de Interior, Josep Maria Costa; Catalina Cirer, delegada del Gobierno; el presidente del Tribunal Superior de Justícia de Balears, Àngel Reigosa, y el fiscal jefe de la Comunitat, Antonio de Vicente Tutor, se propusieron una serie de actuaciones cuyo objetivo es alcanzar la regulación de la prostitución, en especial en la calle, en sus aspectos sociales, sanitarios y fiscales; facultar a los jueces para que puedan expulsar a los extranjeros delincuentes reincidentes; reforzar el número de fiscales en Balears; implantar el juez de maza; optimizar las medidas de protección del menor, y conseguir que la reiteración de faltas pueda ser considerada un delito.

Durante la reunión también se trató la posibilidad de aprovechar la modificación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal del Gobierno para que sean tenidas en cuenta estas propuestas. El documento también será enviado a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para que sea estudiado. Además, se recordó que, por su parte, el Govern balear tiene elaborado un anteproyecto de ley que regula el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública.

Por lo que se refiere a las Pitiüses, la investigación policial acerca de los extranjeros que delinquen en ambas islas se centran en las bandas rumanas y procedentes de países del este (especializadas en hurtos, lazo libanés y estafas con moneda falsa de Surinam); grupos británicos y senegaleses (que operan en el marco del tráfico de drogas); magrebíes (mayoritariamente detenidos por hurto y estafas con tarjetas de crédito), y grupos sudamericanos (especializados en robos y que comienzan a sumarse a la operaciones ligadas al tráfico de estupefacientes).