Begoña Martínez, sobrina de Dolores Vázquez, acusada de la muerte
de la joven de Mijas (Málaga) Rocío Wanninkhof, declaró ayer en la
Audiencia Provincial de Málaga que una «equivocación» suya ha
llevado a su tía a la cárcel. Martínez explicó que en la
instrucción del caso declaró por error que su tía le había
comentado que la discusión con la empleada de hogar se debió a que
no le dio el día libre porque habían «apuñalado» a Rocío, pero que
cree que se equivocó porque Dolores no utilizó esa palabra.
La testigo, que rompió a llorar mientras aportaba su testimonio
ante el jurado, dijo que al darse cuenta de que se había
«confundido», avisó al fiscal y al juez para explicarles que creía
que se «había equivocado». La empleada de hogar manifestó ayer que
el día que apareció el cadáver de la joven se produjo una discusión
porque al parecer había servido un té frío, y que cogió un pasquín
con la foto de Rocío y «se puso a acuchillarlo sobre el fregadero a
la vez que decía: «Este es mi problema», pese a que no se supo
hasta varios días después que fue apuñalada.
La sobrina de Dolores Vázquez, que piensa que quizás por su
culpa ella está en la cárcel, destacó que «jamás ha visto violenta»
a su tía. Recordó que ella llegó a Mijas el mediodía del sábado 9
de octubre de 1999 y que se fue a cenar y dejó a su hija de dos
años y medio con su tía Dolores, a la que telefoneó sobre las 23'30
horas, aunque no existe prueba documental de esta llamada, y que
volvió sobre la una de la madrugada. Martínez, que incurrió en
varias contradicciones durante su declaración, añadió que no cree
que su hija se quedase dormida porque suele hacerlo «bastante
tarde» y que su tía «no la dejaría sola».
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