El jefe de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Mijas
(Málaga), que compareció ayer en el jucio que se sigue en la
Audiencia Provincial de Málaga por la muerte de la joven Rocío
Wanninkhof, aseguró que los investigadores se percataron pasado un
tiempo de que la persona que mató a la chica había intentado
desviar sus sospechas hacia unos familiares de Rocío llevando su
cuerpo hasta el club de tenis de Marbella donde apareció y
simulando una violación.
«Nos llamó la atención que alguien que intenta ocultar un
cadáver se arriesgue a recorrer en coche más de 30 kilómetros con
el cuerpo, a través de una carretera tan transitada como la N-340,
para abandonarlo junto a un club de tenis que habían intentado
arrendar unos tíos de Rocío», expuso. Los investigadores
comprobaron que estos dos familiares no pudieron estar en el lugar
del crimen la noche del crimen y concluyeron que el asesino quería
incriminarlos por culpa de algún problema personal.
Asimismo, según la Guardia Civil la persona que asesinó a Rocío
colocó premeditadamente el cuerpo en una postura que podía hacer
creer que había sido violada, para dirigir las sospechas sobre
algún hombre. Según la Benemérita, la joven recibió al menos ocho
puñaladas por la espalda y una de frente, que por la forma y
situación fueron hechas con la chica casi tumbada «y descargando
gran cantidad de odio». Por otra parte, la que fuera empleada de
hogar de Dolores Váquez por aquellas fechas, la ucraniana Tatiana
Kazhukhar, que también prestó declaración, describio a la acusada
como «una mujer muy cruel» y de un carácter «imposible».
Tatiana relató por medio de una intérprete de ruso la ocasión en
la que Loli apuñaló «con mucha violencia» una foto de Rocío
mientras decía «éste es mi problema, éste es mi problema». Según
Tatiana, este hecho se produjo el 2 de noviembre de 1999, el mismo
día en el que apareció el cuerpo de la joven.
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