El éxtasis del tipo «Bom- Ballon 2» no había sido visto en Eivissa.

El éxtasis del tipo «Bom- Ballon 2» no había sido visto en Eivissa.

Redacción Sucesos21/07/01 0:00
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El mayor alijo de éxtasis aprehendido hasta la fecha en Balears, 28.000 pastillas, iba camuflado en dos pinturas que llegaron al aeropuerto de Eivissa en un paquete procedente de la ciudad alemana de Munich que pesaba cerca de 27 kilos. Dos personas fueron a recogerlo anteayer tarde. Al hacerse cargo del envío, la policía les detuvo. Momentos después se procedió al arresto de una tercera persona. Todos los sospechosos, una pareja de italianos y un español, son vecinos de Sant Jordi. El valor de las pastillas decomisadas asciende a 56 millones de pesetas, unos 340.000 euros.

La investigación realizada hasta ahora por la policía, a raíz del servicio concretado por agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Comisaría de Eivissa junto con funcionarios de la Unidad Central de Estupefacientes, considera que los italianos G.A., de 28 años y su compañera A.P. , de 24, así como el español J.M.R.R., de 35, formaban supuestamente parte de una red de tráfico de estupefacientes asentada en la isla.

Según esto, los tres detenidos tenían el cometido de recibir envíos importantes de droga que se les remitiera y de colocarlos con rapidez a otras personas para su posterior distribución en puntos estratégicos de la isla. Se da la circunstancia de que los dos italianos, que llevan residiendo en la isla unos tres años, cambiando continuamente de domicilio y de trabajo, a veces relacionado, con locales de ocio, estaban viviendo en la actualidad en la casa de J.M.R.R. Este último es el único de los tres sospechosos que posee antecedentes policiales y estos son por delito contra la propiedad.

El tipo de éxtasis requisado, de color verde, troquelado con el dibujo de una bomba y catalogado por Europol con el nombre de «Bom-Ballon 2», no había sido nunca visto en Eivissa. Las 28.000 pastillas se hallaban ocultas bajo los marcos de dos pinturas de igual tamaño, protegidas en 28 bolsas y tapadas con papel especial para intentar evitar la detección en controles aeroportuarios. Las sospechas recabadas por la policía cumplieron ampliamente las expectativas cuando se procedió a la apertura del paquete y se puso al descubierto el engaño.