EUROPA PRESS-ISRAEL El secuestro de un Tupolev ruso de la compañía Vnukovo Airlines con 58 pasajeros a bordo que realizaba un vuelo entre el Cáucaso y Moscú, que fue desviado hacia Israel por un hombre considerado como un «desequilibrado», tuvo un final feliz después de que éste se entregase sin oponer resistencia al Ejército israelí en la base aérea de Uvda, al sur del país.

El pirata aéreo descendió del aparato y se rindió «por iniciativa propia», antes de que los otros 47 pasajeros y los diez miembros de la tripulación, que se encuentran en perfecto estado, abandonasen el avión.

La confusión continúa reinando respecto a la identidad del pirata aéreo, que tendría unos 20 años. Un portavoz del Ejército israelí indicó que se trata de un checheno. Pero en Moscú, el Ministerio ruso de Asuntos Exteriores aseguró que se trata de un «terrorista» proveniente de Daguestán, con lo que por el momento no se puede precisar la nacionalidad del secuestrador. Parece tratarse de un «desequilibrado» armado únicamente con una «falsa bomba».