JOSE JAVIER MONERRI Un joven vecino de Sant Antoni al que al parecer alguna vez se le ha relacionado en con el tráfico de drogas ingresó anteanoche en Can Misses en estado muy grave después de recibir una balazo en el estómago. La víctima tiene alrededor de 30 años, es toxicómana y las circunstancias que rodean al motivo de su herida se están investigando. Sin que se descarte un posible ajuste de cuentas por asuntos de narcotráfico también se baraja la posibilidad de un accidente, versión que él mismo ha dado, según ha podido averiguar este periódico.

Una ambulancia le evacuó de Sant Antoni alrededor de las nueve de la noche, poco después de que recibiera un solo impacto de bala. El proyectil le perforó el abdomen. Se desconoce si resultó herido en un tiroteo .

Sea como fuere, el herido se presentó en el centro médico de Sant Antoni -al cierre de esta edición se desconocía si llegó por su propio pie o si alguien lo llevó hasta allí-. La víctima ha mantenido desde que fue atendido por primera vez que todo se trata de un accidente. De hecho, ha afirmado en varias ocasiones que se encontró una pistola cuando miraba en unos desperdicios que merecían su atención mientras frecuentaba la zona de Can Tomàs. Al cogerla, y en un brusco movimiento, se le disparó.

Niguno de los vecinos de la zona a los que preguntó durante el día de ayer este periódico dijo haber escuchado alguna detonación. Varias de ellas, sin embargo, hicieron constar que hubiera sido difícil porque a la hora en que supuestamente se produjo el disparo había tormenta.