La Guardia Civil introduce su féretro en la furgoneta de Pompas Fúnebres. FOTO: GERMAN G. LAMA.

J.J.MONERRI La búsqueda de Quinius Van der Veer, el turista holandés desaparecido en junio Eivissa y por cuyo paradero su familia ofrecía un millón de pesetas, ha concluido. Un equipo de rescate avalado por un programa de televisión holandesa, encontró su cadáver a primeras horas de la mañana de ayer junto a un torrente de Cala Llonga, a escasa distancia del lugar donde el turista se alojaba.

El cuerpo de Quinius Van der Veer, natural de Rotterdam y de 70 años de edad, fue hallado sin signos de violencia y en avanzado estado de descomposición. No hay tampoco ningún dato que haga pensar en un suicidio.

Las hipótesis que se barajan con estos datos, a falta de que se conozca el resultado de la autopsia, es que el turista, que sufría la enfermedad de Parkinson, fue voluntariamente hasta el lugar donde murió o bien se perdió y no supo salir de un lugar que se encuentra sólo a unos veinte metros de la carretera que lleva hasta la urbanización Valverde del Camino.

La ausencia de Quinius Van der Veer fue denunciada el pasado 22 de junio. El turista llegó a la isla dos días antes con la intención de pasar una semana de vacaciones. Desapareció dejándose en su habitación -al parecer se alojaba en los apartamentos Monte y Mar- su equipaje y sin apenas la medicación que necesitaba para tratar su enfermedad.