Cecilia Galbis preside la Asociación de vecinos sa Riba desde que se creó hace diez años.

La Asociación de vecinos de sa Riba se fundó hace diez años para defender el derecho al descanso de los vecinos. Desde entonces está presidida por Cecilia Galbis que apunta que el ruido y la ocupación de la vía pública de los locales de ocio son los principales problemas del barrio.

— La Asociación de sa Riba es conocida por su lucha continua contra el ruido. ¿Es la principal preocupación de los vecinos?

— Sí, es la principal preocupación. El ruido y la ocupación. Es lo que más hace sufrir a los vecinos y es el motivo por el cuál se constituyó la asociación. Se creó por sugerencia del Ayuntamiento.

— ¿Cuando se fundó y porqué el Ayuntamiento pidió que se creara?

— Se constituyó el 30 de noviembre de 2007. Se planteó al Ayuntamiento una serie de problemas importantes que afectaban a los vecinos, tuvimos varias reuniones y nos dijeron que hiciéramos una asociación. La constituimos con mucha ilusión y pensamos que era la solución a todo.

— ¿Ha servido de algo? ¿Se han conseguido cosas en estos diez años?

— Ha servido para algunos problemas concretos pero, sobre todo, se consiguió que no se trasladara todo el tráfico de Formentera al puerto histórico. Nos escucharon, se miraron las leyes y ahora lo tenemos al lado, por lo que se ha conseguido un equilibrio ya que está cerca y también trae gente. Lo habían decidido ya tanto Ayuntamiento como Consell y les hicimos ver las contras que iba a suponer esa situación.

— ¿Cuáles son ahora las principales reclamaciones de la asociación?

— Estamos esperando que el Ayuntamiento de Ibiza anuncie que las terrazas van a cerrar a las once de la noche, igual que en Sant Antoni. No es un deseo, sino por cumplimiento de la ley Nacional del Ruido y las directivas europeas, que establecen un periodo de descanso protegido ante el ruido, entre las 23 y las 7 de de la mañana. También queremos que anuncie la reducción del espacio público que se ocupa, porque en la actualidad se incumplen varias normas como la ley de accesibilidad. El Ayuntamiento permite que se incumplan leyes y ordenanzas ampliando el horario de ruido hasta la 1 de la madrugada.

— ¿Cree que hay impunidad?

— Hay muchas cosas que no se cumplen en el puerto y no se sabe porqué. Si estamos en un estado democrático se deberían cumplir, pero el puerto de Ibiza es como si fuera una república independiente sin leyes. Es una sensación que se da en toda la isla. Sant Antoni lo está haciendo muy bien porque va a obligar a los locales de ocio a estar insonorizados como las discotecas. Vila es una ciudad Patrimonio de la Humanidad y Amiga de la Infancia y eso te obliga a comportarte de una manera.

— ¿Es incompatible el ocio con el descanso de los vecinos en el puerto de Ibiza?

— Hay que ser inteligente por parte de los negocios y comprender que los barrios perviven si tienen vecinos. Los empresarios inteligentes tienen que pensar en el futuro y en el medio ambiente.

— ¿Defienden un cambio de modelo?

— Un cambio de no modelo. Se ha hecho en otras ciudades, como en Valencia o Marsella. Es un problema muy grave. Los centros históricos se mueren por la terciarización porque se llenan de bares. ¿Qué hace un dj subido a un piso con un hilo musical? Si esto no existe en todo el mundo. Y los altavoces en las puertas. Ya está bien. El Ayuntamiento puede solicitar fondos FEDER de la UE para ayudar al cambio de negocios. En cambio, los negocios tradicionales están desapareciendo cuando son una joya del centro histórico.

— También han pedido suspender los pasacalles de las discotecas.

— Es otra cosa de nuestra república. Los desfiles de las discotecas son ilegales, están prohibidos por la ley de publicidad dinámica. ¿Entonces? El Ayuntamiento dice que las ha reducido, pero las tiene que suprimir. La imagen que se ofrece en el puerto de la mujer es muy vergonzosa. En vuestro periódico habéis quitado los anuncios de sexo y está muy bien. ¿Tienen que ir las mujeres medio desnudas, con tanga y servir copas en bikini? También hay una especie de admiración hacia los dj’s que les lleva a decir que sí a todo y a tener fiestas en las que no se cumplen las normas. Estamos esperando las actuaciones del Ayuntamiento cuando ha comprobado que no se cumplían las limitaciones de ruido que exige la ley.

— ¿Están causando molestias los conciertos y festivales que se hacen en el puerto?

— Sí, muchas molestias. No les han puesto limitador. El Ayuntamiento tiene que tomar responsabilidades y en vez de fomentar macroconciertos en un puerto pequeño, fomentar a los artistas locales y otro tipo de música.

— ¿Les han informado del mapa de ruido?

— Del mapa de ruido no nos han informado y tampoco sabemos si hay un período de alegaciones. A parte, el Ayuntamiento ha hecho mediciones para la Declaración de Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE) para nuestras calles, pero no sabemos el resultado. Fue una petición realizada por sa Penya y sa Riba y fue aprobada por unanimidad en agosto de 2016. La noche en Ibiza tiene mucha fuerza, pero hay que pensar en el futuro y en los vecinos.

Pendientes del Museo del Mar y el Club de Jubilados

La Asociación de Vecinos de sa Riba, en el puerto de Ibiza, se sienten olvidados por las administraciones por el «incumplimiento de las leyes y la Constitución» en materia de ruido y ocupación, pero también por las actuaciones del PEPRI pendientes, como el espacio verde en la esquina de Garijo con Vicent Soler, actuaciones que han solicitado junto a la asociación de sa Penya. La presidenta de sa Riba, Cecilia Galbis, añade que además «están sin hacer» el Museo del Mar y el Club de Jubilados. «Necesitamos espacio público libre», reclama Galbis que recuerda que «la ocupación que establece el Pepri es más reducida que la que hay en realidad». Los vecinos también solicitan que haya espacios para los niños y se contemple el ruido del tráfico del puerto como se hace en los aeropuertos.