Ayer por la tarde, desde las 19.00 horas, se inauguró en el Museo Contemporáneo de Eivissa (MACE) la exposición de Irene de Andrés A place where nothing ever happens. Una exposición en la que esta conocida artista ibicenca se ha inspirado en las salas de fiesta abandonadas que tienen que ver con los comienzos del turismo en la isla, concretamente las salas Glory’s, Toromar, Heaven, Idea y Festival Club.

Según explicó la propia artista a PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA, la intención «es invitar al espectador a hacer un recorrido por estos espacios como una forma de conocer la historia de Ibiza». Para ello, de Andrés se ha planteado «trabajar con la dicotomía de las aperturas en verano y los cierres en invierno, y con el loop que es la propia noche, donde siempre pasa lo mismo pero nunca ocurre nada».

Por tanto, las cinco salas citadas anteriormente son subproyectos de uno general general titulado A place where nothing ever happens y funcionan como piezas autónomas. En este sentido, la creadora ibicenca asegura que siente atracción «por cómo funciona la industria del turismo y el tipo de descripciones que genera y cómo hace que los lugares se conviertan en su propia tarjeta postal». Y del mismo modo, explica estar especialmente interesada «en cómo se experimentó con la electrónica» y por ello, una de las imágenes de la muestra son las manos del dj Alfredo Fiorito en el Festival Club, con quien ella mismo realizó una performance.

Del mismo modo, Irene de Andrés también explica que su trabajo «tiene que ver con la arquitectura ya que los cinco espacios son ruinas de nuestro tiempo como lo puedan ser las ruinas romanas o griegas». Precisamente, este proyecto consiste en un collage de vinilos transparentes adheridos al ventanal de la entrada del MACE, en donde se pueden observar imágenes antiguas, como los trotones del Glory’s, imagen obtenida del Archivo Histórico de Ibiza, y otras contrapuestas, con las fiestas posteriores celebradas en el mismo lugar.

Por su parte, Elena Ruiz, directora del Museo de Arte Contemporáneo de Ibiza, comentó a este periódico que descubrió a Irene de Andrés de la mano del comisario de exposiciones Enrique Juncosa en el año 2015 y a raíz de una pieza que tenía expuesta en la Feria de Arte Contemporáneo (ARCO) de Madrid y más tarde con otra de Es Baluard, «que le sugirió muchas cosas».

Sobre la exposición, Ruiz aseguró que «le dará mucha importancia al museo porque quedará instalada durante un año en una zona accesible que se puede ver desde fuera jugando con las transparencias». Un lugar que, según la directora del MACE, «es muy importante porque permite poder atender el momento en el que los artistas están creando su obra, con gran apasionamiento y ganas».

Exitosa trayectoria profesional

Irene de Andrés se graduó en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid (2004-2009) donde hizo un máster de investigación y producción artística (2009-2010). Actualmente es una de las artistas residentes de la Escuela FLORA Ars+Natura de Bogotá (Programa de residencias artísticas A/CE).

Entre las becas y premios que ha recibido destacan el premio Circuitos de Artes Plásticas 2012, Generaciones 2013, Injuve 2014 y las Ayudas a la Creación Visual Vegap 2015. En 2012 recibió una beca de residencia en la Fundación Bilbao Arte, y en 2015 otra en Beta Local, San Juan de Puerto Rico. En este último año ha participado en exposiciones colectivas como Energy Flash en el MuHKA (Museo de Arte Contemporáneo de Amberes), y Depois do futuro en Escola de Artes Visuais Parque Lage – Rio de Janeiro, entre otras. Su última exposición individual, 11.30 in the morning, ha tenido lugar en el Casal Solleric de Palma de Mallorca con motivo del Premi Ciutat de Palma 2015.

A lo largo de todos sus años de trabajo, su inspiración siempre ha estado fuertemente ligada al hecho de que nació y creció en uno de los destinos turísticos más deseados para aquellos que buscan sol, playa y fiesta.