Arropada por una veintena de carretones y por más de medio millar de romeros y peregrinos, vistosamente ataviados con elegantes trajes de corto y alegres y coloridos vestidos de volantes, la carreta del Simpecado de la Hermandad del Rocío de Sant Antoni de Portmany emprendió ayer tarde, desde la iglesia de la localidad, su particular camino rociero con destino a Forada, paraje en el que los rocieros portmayíes llevan a cabo su tradicional mini romería en honor a la patrona de Almonte (Huelva), cuya universal romería grande tendrá lugar en la aldea onubense de El Rocío durante los próximos días de la festividad de Pentecostés.

Así, cientos de personas que llevan a gala el sentimiento de ser rocieros en Ibiza se unieron a la gran familia de peregrinos de la filial portmanyí para disfrutar con fe, devoción y alegría de unas emotivas horas de convivencia y de fraternidad rociera con las que se rinden honores a la venerada imagen de la Blanca Paloma. Tras recorrer a pie los seis kilómetros hasta el llano de Forada, los rocieros portmanyíes disfrutaron de una noche de acampada muy especial en la que no faltaron ni las plegarias, ni los bailes ni los cantes por sevillanas para la Virgen de Rocío.

Hoy domingo, al mediodía, se celebrará en Forada una solemne misa de romeros y ya, en torno a las seis de la tarde, los peregrinos iniciarán de nuevo el lento camino de regreso hasta llegar a Sant Antoni.