La jornada de puertas abiertas fue una auténtica demostración de cómo se hacían antaño las cosas. | Daniel Espinosa

Conservar, divulgar y poner en valor ses feines y los productos de artesanía tradicional a través de una exposición permanente abierta al público es el objetivo de la Asociación de Artesanos de Sant Antoni de Portmany. Por ello, organizó ayer una jornada de puertas abiertas en el emblemático espacio cultural del Molí d’en Simó. Un total de 80 metros cuadrados habilitados como marco ideal para que los diferentes maestros artesanos participantes en la muestra pudieran exponer una incontable variedad de laboriosos artículos y productos de toda clase, elaborados con el esmero de sus pacientes manos y muchas horas de dedicación.

Espardenyes , cistellons de caña y ullastre, murenells, botellas forradas de esparto (tratado o picado y en crudo o sin tratar), emantones con elegantes bordados, intrincados encajes de bolillos, sombreros, trajes tradicionales payeses, cuadros y pinturas, lámparas, sillas, cortinas de junco, miniaturas, abanicos, flautas, castanyoles y tambores en madera, entre otros objetos, conformaron un amplio escaparate del trabajo que realiza durante todo el año la treintena de artesanos que agrupa la asociación portmanyí. «La idea surgió tras una reunión con el Ayuntamiento. Ya que estábamos usando este espacio para hacer algunos cursos, decidimos aprovechar el magnífico entorno que nos ofrece es Molí d’ en Simó para organizar una muestra que fuera representativa para que la gente pueda ver los trabajos que hacemos los maestros artesanos de la localidad», explicó José Miguel Moreno, vicepresidente de la asociación.

Estipular un valor monetario para algunas de las artesanías resulta complejo, ya que «un cesto de esparto crudo, por ejemplo, puede llevar entre 60 y 70 horas de trabajo. Ha habido algunos casos en que se ha llegado a vender un sombrero de palma por 1.000 euros», añadió el representante de los artesanos locales.

Después de seis años dedicado al trabajo artesanal José Miguel Moreno, en nombre de sus compañeros, aseguró que el principal objetivo de esta primera jornada de puertas abiertas está en «tratar de conservar la tradición de elaborar artesanalmente las cosas como se hacían antes y que las nuevas generaciones conozcan la forma en que trabajaban nuestros mayores», concluyó.