Damià Verdera es desde este martes el nuevo presidente de la junta directiva del Club Náutico de Ibiza. | Alejandro Mellon

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Damià Verdera es desde este martes el nuevo presidente de la junta directiva del Club Náutico de Ibiza. La entidad celebrará el próximo día 27 sus 100 años de existencia con una gran fiesta en el Teatro Pereyra y, a partir de entonces, entrará en una nueva etapa en la que se reforzará de cara a conseguir recuperar la que fue su sede en el puerto de Ibiza durante prácticamente un siglo.

Junto a Verdera trabajarán Pedro Matutes (vicepresidente), Bartolomé Planells (tesorero), Adrián Bedoya (secretario), David Tur (comodoro y vocal de la sección deportiva) y los vocales Clara Tur y Jordi García.

Tras su proclamación como presidente del Náutico, Damià Verdera ha explicado las diferentes líneas de actuación para los próximos años. El primer objetivo será encontrar una nueva sede para la entidad. Un lugar que deberá estar «lo más cerca» posible del mar y del puerto de Ibiza. Sobre esta cuestión, Damià Verdera ha señalado que el club está buscando «una base lo más cerca del mar» pero que aún desconoce dónde acabará instalándose. La entidad, eso sí, está «en contacto y con buena sintonía con las administraciones para poder encontrarla».

Además, se reforzará todo lo relacionado con el ámbito educativo, con la vista puesta en las escuelas de verano que tradicionalmente organiza el Club Náutico. «Es uno de los motivos por los que el club lucha», ha asegurado, «y por el que necesita una puerta abierta al mar». Un tercer ámbito de actuación a reforzar será el de las actividades medioambientales relacionadas con el mar. En este sentido, Verdera ha señalado que la nueva directiva trabaja ya en la puesta en marcha de varios proyectos, que se sumarán al ya existente de Joves per la Mar.

El cuarto y último ámbito en el que la nueva directiva trabajará será el de los amarres sociales. «Está en nuestra naturaleza luchar por los amarres sociales», ha señalado Damià Verdera, «en un puerto con la presión mercantil que tiene Ibiza, los residentes locales merecemos un lugar donde tener nuestras embarcaciones a precios sociales».

Verdera, por otro lado, ha admitido que el Club Náutico se reforzará a partir de ahora con la vista puesta en la futura concesión de sus antiguas instalaciones. Desde mayo de 2024 estas están en manos de la empresa Puertos y Litorales Sostenibles, tras lograr que la APB les adjudicara la gestión por un año con la posibilidad de prorrogarlo anualmente dos más. Pero la Autoridad Portuaria ha de sacar todavía los pliegos de condiciones para la concesión a largo plazo.

Verdera no ha querido valorar la gestión de los actuales concesionarios porque, ha dicho, «el Club Náutico va a luchar por lo suyo». «No somos ni el fiscal ni la policía del puerto», ha añadido, «tenemos que mirar por lo nuestro. Hay un nuevo escenario y hemos de luchar por nuestro presente y por nuestro futuro». Sin embargo, sí ha dejado claro que la entidad presentará su oferta cuando la APB saque a licitación la futura concesión. No obstante, también ha señalado que esto solo será posible si se valoran los aspectos social y deportivo. Y es que, ha subrayado, el Club Náutico podrá concursar si estas facetas tienen peso en la adjudicación porque la entidad no puede «competir con las grandes empresas».

La asamblea de socios del Club Náutico, finalmente, ha despedido con un fuerte aplauso a su ya expresidente, Joan Marí. Este ha agradecido el trabajo desarrollado tanto por la anterior directiva como por los socios, en unos momentos que han sido muy difíciles para el club. Y ha asegurado que su adiós obedece a que «hay que dar paso a la juventud».