Imagen de archivo de turistas en un hotel de Ibiza.

La Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (FEHIF) reiteró ayer que la reducción de la jornada laboral no es algo que el sector vea con buenos ojos por las dificultades que conllevará su aplicación.

«Si ya tenemos problemas por las viviendas de los trabajadores y ahora además debemos hacer croquis con sus horarios, nos supondrá un colapso. Así, habrá que ver cómo se implementa esa reducción para intentar paliar los máximos inconvenientes posibles», señaló la presidenta de la patronal, María Costa.

También reiteró el «esfuerzo tan grande» que para hoteleros y empresarios supondrán otros cambios como un posible incremento salarial. Principalmente con la primera de las medidas, habrá que esperar a ver cómo deberá aplicarse «porque, al final, repercutirá en las empresas y tendrá que ir en consonancia con lo que se propone en las negociaciones del colectivo», insistió.

La Federación participó recientemente en la constitución de la Comisión Negociadora del XVII Convenio de Hostelería de Baleares, un acuerdo que afectará a más de 180.000 trabajadores en las islas.
La patronal recordó que el convenio es «fundamental» para la evolución del sector turístico y hotelero puesto que el acuerdo debe adaptarse a los nuevos desafíos y necesidades operativas.

La FEHIF reiteró ayer su preocupación por la falta de claridad sobre la reducción de la jornada y las dificultades que su aplicación podrá suponer en un sector caracterizado por la necesidad de presencialidad y la escasez de mano de obra cualificada. En cuanto a la subida salarial, las empresas expresaron en la reunión su preocupación por el impacto económico de la medida y cómo podrán asumir nuevas cargas laborales sin comprometer la viabilidad del negocio.

Las partes reiteraron la importancia de garantizar a sus empleados unas condiciones adecuadas sin condicionar la competitividad empresarial. Así, según FEHIF, se habló en la reunión de la flexibilidad operativa que debe permitir una mejor adaptación a la estacionalidad y a la demanda fluctuante del turismo. También se abordó la reducción del absentismo y la mejora de la formación con el objetivo de potenciar en Baleares un servicio de mayor calidad.

La presidenta de la patronal explicó que han dado así el pistoletazo de salida a las negociaciones del futuro convenio y, en principio, la predisposición de todas las partes parece positiva.