Con una discapacidad del 100%, a Josefa le fue totalmente imposible conseguir que un taxi adaptado la llevara a su vivienda después de una tranquila cena de Nochebuena en familia. El hecho ha causado una gran indignación entre los suyos.
Según explicaron éstos a este rotativo, el pasado 24 de diciembre, sobre las 21.00 horas, un taxi adaptado recogió a Josefa en su vivienda de Sant Jordi y la trasladó hasta la casa de su hija Rosa en la misma localidad para cenar. El problema vino después, cuando a las 23.30 horas la familia quiso llamar a otro taxi adaptado y no hubo manera. «De Radio Taxi, pasaron después la llamada a Sant Josep y nada, nadie con vehículo adaptado contestó a la llamada, y tampoco en Vila», lamentaron los familiares.
En ese periodo de tiempo, sí que acudieron dos taxis a la casa, aunque no pudieron trasladar a Josefa al no estar adaptados para personas sin ninguna movilidad.
«Nosotros vivimos en Sant Jordi y, tras más de dos horas, tuvimos que llevarla a su casa pasando por lugares como la calle del Tren, sin luces, sin aceras, nada», denunciaron.
La familia no tuvo más remedio que empujar a Josefa en su silla de ruedas por calles de Sant Jordi nada adaptadas, durante más de un kilómetro y medio y con temperaturas realmente gélidas. La mujer y sus acompañantes, ya de madrugada, tardaron unos 40 minutos en completar el camino.
Mientras una persona empujaba a Josefa, otra conducía el vehículo que siguió de cerca todo el recorrido alumbrando el trayecto para que nada pudiera pasar.
«Es una vergüenza que haya taxis de guardia en una noche así, pero después resulta que una persona con una discapacidad del 100% se quede desamparada y no pueda ir a cenar con su familia», lamentaron los familiares.
Tras comentarlo con vecinos, han podido comprobar cómo el de Josefa no ha sido un caso único y temen que, en Nochevieja, «si no es a nosotros, le puede pasar a otra persona».
Los familiares, por el momento, van a presentar un escrito en el Ayuntamiento de Sant Josep «para que quede constancia de lo que ha pasado», exigiendo además que se adopten las medidas oportunas para que esto vuelva a suceder.
«En el municipio se habla mucho de las licencias estacionales, de los taxis, pero nosotros, como ciudadanos, queremos un buen servicio público, también en Nochebuena», concluyeron.
12 comentarios
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La culpa es de Uber, Ayuso y la extrema derecha.
MrgaygrantEn la noticia pone que doa taxis cogieron el servicio, pero no eran adaptados, yo creo que se debería poner el foco en los taxis adaptados, no en todos los taxis.
Nick SonNo soy taxista ni comparto las conductas de muchos taxistas pero yo creo que: - en todos los gremios hay profesionales y delincuentes por lo que, no deberíamos meter a todo el mundo en el mismo saco. - Lo q comentas es lo normal cuando hablamos de una empresa, taxi, vtc, lidl, Mercadona, un fontanero, son empresas y buscan facturar. Miau
vaderestoy de acuerdo, por eso en Ibiza no uso el taxi. En Madrid, Sevilla, es un servicio más preparado.
Propio de corsarios y piratas. Abordo cuando hay un buen botín. Penoso.
El título de la noticia tendría que ser INTENTAN SIN ÉXITO CONSEGUIR UN TAXI ADAPTADO EN EL MUNICIPIO DE SAN JOSÉ , que ya se sabe de sobra que las quejas de los vecinos de San Jordi sobre este tema, esperemos que el ayuntamiento de San José investigue sobre este tema, y cuando tenga que dar nuevas licencias, ya sabe como tienen que ser.
Pues a todos los taxis adaptados, tanto de San José como los de Ibiza, se les ponga una multa por no a ver ninguno de guardia. Tendrán los ayuntamientos lo que tienen que tener para hacerlo?.
Corb MaríEl hecho en sí es lamentable y espero que se sancione a quien se tenga que sancionar. Corb Mari, la responsabilidad del cuidado de sus hijos, son sus padres.
no conseguirás un taxi con sillita de bebé, no tienen, y la excusa de que en Ibiza no hacen falta. Dan servicio tercer mundista. van al dinero fácil. y eso que es un servicio público
Así es el gremio del taxi, siempre pensando en si mismo, en el dinero, en el lucro, nunca pensando en los ciudadanos. Solo piensan en el turismo, muchos trabajan en invierno porque por ley no les queda otra, que si no harían como los negocios turísticos: cerrar los inviernos y abrir solo en temporada. De vergüenza.