El mítico Can Jordi de Ibiza no cierra. | Toni Planells

Tras la alarma social creada por la amenaza de cierre de la terraza y la finalización de los conciertos avanzada por Diario de Ibiza, además de una multa de 16.500 euros al mítico Can Jordi Blues Station, las muestras de apoyo e indignación no han dejado de inundar las redes y el teléfono móvil de Vicent Marí, propietario del establecimiento centenario.

De la misma manera, el mismo Vicent ha querido tranquilizar a sus clientes y amigos anunciando que ha mantenido una reunión con el alcalde de Sant Josep para tratar los «problemas documentales» y «buscar la manera de solucionarlo». El mensaje emitido en las redes sociales termina con un «seguiremos trabajando y haciendo lo que os gusta, ¡música!», a modo de anuncio de que las actividades musicales en Can Jordi seguirán manteniéndose. Así, este mismo jueves tocará la banda de metal Vires y, el sábado al mediodía, Alejandra Burgos & the Soul Connecters mantendrán vivo el espíritu musical de este emblemático establecimiento. «La única diferencia es que los músicos van a tocar debajo del porche, tal como nos ha sugerido el alcalde en la reunión», apuntaba Vicent este mismo miércoles al Periódico de Ibiza y Formentera. Vicent Roig, alcalde de Sant Josep, comentaba la publicación de Can Jordi con un «juntos trabajaremos para daros una solución definitiva a una situación de incertidumbre que vosotros y los vecinos sufrís desde hace demasiados años», mostrando su apoyo a la continuidad del establecimiento.

«Estos días me ha tocado hacer más de bombero que de pirómano», explicaba Vicent con su habitual humor, «he tenido que convencer a mucha gente de que los contenedores son inocentes y que quemarlos no va a solucionar nada». Tras el humor que le caracteriza, Vicent también mostraba emoción: «Por un momento pensé que todo mi pequeño mundo iba a desaparecer, pero ver la respuesta y el apoyo de la gente me ha emocionado».

Vicent explica que se enteró de la noticia por la prensa: «Me enteré el día antes de que saliera la noticia publicada, cuando me explicaron que había habido una filtración desde el Ayuntamiento a la prensa y me llamaron para dar mi opinión. No me lo podía creer». La notificación oficial le llegó este mismo martes, cuando tuvo la oportunidad de reunirse con el alcalde para «aclarar los puntos necesarios». De esa reunión, tal como asegura Vicent Marí, se desprende que «todo se trata de un problema de actualización documental, tanto ‘merder’ solo para esto. Lo que menos me gusta es que han hecho una actuación un tanto dramática, aunque nos han pedido disculpas por las formas».

Así, la solución pasa por unos trámites burocráticos en los que Vicent tiene previsto entregar «las mismas instancias que presenté hace unos años para adaptarnos a las nuevas normativas y que acabarían en el fondo de algún cajón».

En la reunión de Marí con Roig, el de Can Jordi asegura que el alcalde se declaró «fan de Can Jordi» y que le pidió que «no se nos ocurra dejar de hacer música». Incluso llegó a calificar el establecimiento como «buque insignia de la música y la cultura en Sant Josep». De esta actitud, Vicent entiende que se desprende «buena voluntad de colaboración por parte del alcalde», sin dejar de mostrar su sorpresa respecto a «la actuación de los técnicos». «Yo pensaba que lo normal es que, cuando te hacen una inspección, te den una copia del acta, pero a mí nadie me ha dado nada», asegura Vicent, apuntando a que «es evidente que hay una serie de puntos que hay que observar y discutir».

Tras estos días de nervios, Vicent asegura que «seguiremos haciendo lo que más nos gusta: música, y lo que menos: trabajar» y que ha aprendido que «a partir de ahora no quiero saber nada de los políticos y no quiero más premios que los que nos puedan dar, que nos los dé Toribio con sus cupones», mostrando su decepción.