Una imagen de las obras que se están realizando en el solar. | María José Real

El conocido popularmente como edificio okupa de es Viver de Ibiza, que fue pasto de las llamas en el año 2019 a raíz de una disputa de varios moradores que residían ilegalmente allí provocando la muerte de una persona y dejando varios heridos tras el suceso, está camino de su nueva vida. En este sentido, este edificio lleva varios meses en obras. Quienes residen y transitan por la zona habitualmente han podido comprobar que esta misma semana se ha colgado el cartel promocional a las puertas de la obra, donde se despeja la duda de cómo sería el proyecto de viviendas.

«Anahata Ibiza Homes. Precios desde 581.800 euros. Entrega en el tercer trimestre de 2026», es lo que se puede leer en el cartel en el que se especifica que son viviendas de dos y tres habitaciones, con aparcamiento y trastero incluidos y que es una obra nueva con piscina, si bien no se especifican los metros.

En la información disponible en su página web se detalla que son obras de «vivienda de obra nueva con zonas comunes en Ibiza. Viva el máximo lujo en Ibiza. Nuestra exclusiva promoción de obra nueva ofrece impresionantes viviendas de dos y tres dormitorios, cada una diseñada para maximizar el confort y el estilo». En cuanto a las características principales se destaca la «ubicación privilegiada; situado en una zona consolidada de Ibiza, con fácil acceso a servicios esenciales y a hermosas playas». Además afirman que se puede disfrutar de un «acceso exclusivo a una piscina y un gimnasio». Destacan en su web los «interiores espaciosos y amplias terrazas», las «vistas impresionantes; muchas de las viviendas ofrecen vistas espectaculares al mar Mediterráneo», así como se ha construido «con altos estándares de sostenibilidad» y «acabados de alta calidad y detalles de lujo en cada rincón», se extrae de la información publicada en la página web de la promoción.

En el antiguo edificio okupa de es Viver, que albergará estos 23 pisos de lujo, llegaron a residir de forma ilegal más de 80 personas. El edificio quedó completamente inutilizado e inservible tras el incendio que lo calcinó en el año 2019. En 2018, un año antes del incendio, el Ayuntamiento de Eivissa había retirado toneladas de escombros y basura del interior del edificio, intentando mitigar las condiciones de insalubridad que imperaban en la zona provocada por la elevada presencia de okupas.