Construcción de una infravivienda junto a Can Rova. | Alejandro Mellon

Los terrenos aledaños al asentamiento chabolista de Can Rova poco a poco van conviertiéndose en un nuevo asentamiento dado el paulatino aumento de personas que viven en ellos. Si hace escasos días había poco más de una veintena, ahora según los propios residentes ya superan el medio centenar. Cabe recordar que estos terrenos son propiedad privada. Esta condición es especialmente importante ya que el Ayuntamiento de Santa Eulària no puede intervenir mediante Policía Local sin que antes se emita una orden judicial, como pasó con el desalojo del asentamiento de Can Rova.

Según informaron este jueves desde el Ayuntamiento, la Policía Local sí que ha acudido al lugar para recabar información sobre el nuevo asentamiento. Entre los principales objetivos es tener constancia de si se están desarrollando ciertas actividad, como podría ser «hacer fuego», y si existen personas vulnerables y menores en el asentamiento. Según ha comprobado el Consistorio, sí hay menores en dichos terrenos. Respecto a las personas vulnerables, aseguran que siguen apoyando con servicios sociales «a gente proveniente del desalojo de Can Rova».

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En cuanto al establecimiento del nuevo asentamiento, desde el Ayuntamiento aseguran que la preocupación es grande, «pero no especialmente por tratarse de los antiguos residentes de Can Rova sino igual que pueda ser el establecimiento de un nuevo asentamiento en cualquier otro punto de la isla».

En un sentido similar se expresa el Consell d’Eivissa, que incidide en el hecho de la propiedad privada del terreno y que sus actuaciones se limitan a «suelo rústico protegido o uso turístico irregular». Sin embargo, desde la máxima institución insular señalan que el presidente, Vicent Marí, está trabajando en lograr un gran pacto para «no normalizar estos estilos de vida, ya sea por necesidad o por elección».