La planta asfáltica estará en este terreno de Sant Rafel hasta mediados de diciembre.

El alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra, insistió este viernes en que la planta asfáltica instalada en Sant Rafel es temporal al necesitarse para unas obras viarias. «Ni siquiera es una autorización que da el Ayuntamiento», aclaró, intentando tranquilizar así a los vecinos afectados.

Hay que recordar que varias asociaciones de residentes en zonas como Es Fornàs, Can Nebot y Can Llaudis, expresaron esta semana su «profunda preocupación» por la instalación de una planta asfáltica muy cerca de sus viviendas. Supuestamente, funcionará de forma temporal entre el 1 de octubre y el 15 de diciembre, encontrándose ahora en fase de pruebas.

«Una vez se asfalte, no se quedará allí, que es además una zona rústica, por lo que debe ser desmantelada en cuanto se termine. Además, los vecinos no tienen que soportar los olores», concluyó.

El presidente del Consell, Vicent Marí, resaltó también que se trata de una instalación temporal con motivo de unas obras viarias. «En este caso no deben estar preocupados porque esta planta tiene una duración limitada», aseguró Marí, quien confirmó que, de todas formas, la Conselleria de Medio Ambiente debe vigilar su funcionamiento para que no se causen perjuicios a los vecinos.

Este pasado jueves, éstos reconocieron temer cómo puede afectar la instalación a su salud, puesto que estos elementos emiten contaminantes peligrosos como partículas finas y compuestos orgánicos volátiles, estrechamente relacionados con problemas respiratorios y cardiovasculares.

Al encontrarse la planta a menos de 200 metros de algunas viviendas, podría poner en riesgo especialmente a niños, ancianos y personas enfermas.

En cuanto a la contaminación ambiental, los vecinos alertaron sobre los problemas que la instalación puede suponer para el suelo y el agua de la zona, llegando a contaminar acuíferos. «Una mala gestión de los residuos causará graves daños al ecosistema local», insistieron.

Problemas de contaminación acústica y fuertes olores son otras quejas de estos ciudadanos, que aseguraron que el significativo aumento del ruido puede apreciarse desde el inicio de la fase de pruebas, alterando la tranquilidad de la zona y reduciendo la calidad de vida de los residentes.

Tras haber solicitado documentación sobre la planta, lamentaron no haber recibido ninguna contestación ni más información por parte de las    instituciones.