La cámara de seguridad capta a Evaristo Soler amarrando en el Nàutic de Sant Antoni. | Salvem sa Badia de Portmany

Evaristo Soler C., más conocido como el pirata de Porroig, estaría tanteando trasladar sus negocios ilegales a la zona de Sant Antoni. Salvem sa Badia de Portmany muestra su descontento con la situación tras recibir las quejas de varios vecinos y usuarios del puerto y el Club Nàutic de Sant Antoni (CNSA). La organización asegura que su vuelta se debe a la regularización de fondeos que se emprendió años atrás.

El viernes pasado, 30 de agosto, Evaristo apareció en el Nàutic de Sant Antoni a bordo de una lancha color amarillo de grandes dimensiones. Sin permiso, amarró en los muelles del club y trató de llenar su depósito de agua con una manguera de las instalaciones. El equipo de marinería del CNSA logró echarle del lugar a los pocos minutos, en torno a las 17:00 horas.

Evaristo Soler llega al Nàutic de Sant Antoni.
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Salvem sa Badia de Portmany alza la voz para que las autoridades ejecuten operativos contra el fondeo y el chárter ilegal como se hizo en Talamanca hace dos semanas que, según indican, consiguió reducir la presencia de individuos y empresas con actividades ilícitas. En su opinión, Sant Antoni necesita que se imparta justicia ya que hay «un caos y descontrol absoluto por los fondeos ilegales».

La organización asegura no encontrar «explicación lógica a la situación de desidia y dejadez que se está viviendo esta temporada» con los fondeos ilegales y los servicios ilícitos de chárter náutico, ambos altamente contaminantes y destructores de la posidonia y el fondo marino. Asimismo, Salvem sa Badia de Portmany termina su comunicado de manera tajante: «Dada la actual coyuntura, parece muy sencillo que el pirata de Porroig establezca un nuevo negocio de boyas ilegales sin que nadie se lo impida».

Evaristo Soler habla con unos clientes en Porroig.

Salvem sa Badia recuerda que Evaristo Soler estudió a principios de año la zona de sa Punta des Molí, según comunicaron varios vecinos que temieran que se instalara allí de manera similar a Porroig, donde este verano ha seguido ejerciendo. En enero, tres embarcaciones de más de 10 metros de eslora del pirata de Porroig sondearon la bahía de Talamanca, pero el servicio de inspección y vigilancia impidió que se instalara.