Rocío, en el interior de su furgoneta. | Cuatro

Cada año se aglutinan más autocaravanas en Ibiza, tanto estacionadas en descampados como aparcadas en la calle. Son muchos los trabajadores de temporada que prefieren vivir en uno de estos vehículos (o, en algunos casos, en sus propios coches) que pagar precios desorbitados por una habitación.

El programa Callejeros, de la cadena Cuatro, se ha hecho eco de esta realidad en su programa de la semana pasada. Adolfo, el entrevistador, visitó a dos trabajadores que acuden a la isla para ganar mucho dinero teniendo los mínimos gastos.

Rocío tiene un contrato de temporada ("siete meses", según dice ella) en una coctelería de Santa Eulària. En su nómina recibe 1.920 euros, a los que hay que añadirle las propinas: otros mil euros. Así, la trabajadora gana casi 3.000 euros al mes.

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Adolfo no se explicaba cómo una persona puede cobrar ese sueldo y seguir viviendo en una caravana con retrete portátil, cocina en el maletero y una nevera estilo minibar, entre otras cosas. Ella lo dice claro: de esta manera le sale rentable venir ya que prácticamente todo lo que gana se lo queda, sin necesidad de pagar "1.500 euros por una habitación, más los gastos de comidas y demás".

El hombre que vive en su coche, con la garrafa en la que orina. | Cuatro

Explica, a su vez, que le han llegado a pedir 20.000 euros por adelantado para entrar a un piso. Por todo ello decide vivir en una autocaravana durante la temporada y tener "tres o cuatro meses de vacaciones" después. Rocío también ha querido recalcar que "sin nosotros", los trabajadores de temporada, "no hay isla", y que les están quemando.

Armado en un coche

Un hombre que ha preferido no dar su identidad vive en su coche, estacionado en el mismo descampado que la caravana de Rocío. El señor, que estudió Economía y sabe hablar varios idiomas, avisa que ya ha conseguido un trabajo en un hotel donde cobrará 2.000 euros y tendrá el alojamiento pagado con las comidas incluidas.

Ha venido solo como avanzadilla para encontrar trabajo. Ahora que ya lo tiene, acudirán a la isla su pareja y sus críos. En el vehículo tiene un colchón medio doblado y una garrafa donde orinar. Además, enseña a las cámaras una navaja de proporciones considerables con la que pretende protegerse de los posibles problemas.