Imagen de archivo de un camarero en una cafetería de Baleares.

La Pequeña y Mediana Empresa de Ibiza y Formentera (PIMEEF) expresó ayer su «disconformidad» a la propuesta del Gobierno de reducir la jornada laboral tal como se plantea en estos momentos. La patronal consideró que la medida «afectaría seriamente a la competitividad de las pymes pitiusas, sean del sector que sean y muy especialmente a aquellas más pequeñas».

El presidente Alfonso Rojo aclaró que la reducción de la jornada laboral «no puede recaer únicamente sobre las espaldas de las empresas», más teniendo en cuenta la estacionalidad de un lugar como las Pitiusas y las dificultades para contratar personal que muchos negocios están registrando. Por ello, la patronal reconoció que ven como algo «inasumible» esta hipotética reducción puesto que para ofrecer los mismos servicios serían necesarios más trabajadores y muchas empresas no han podido este año completar sus equipos habituales. Rojo no descartó que las grandes empresas sí puedan asumir estas modificaciones, pero no es el caso de las pymes.


Comercio minorista

José Javier Marí, desde la Asociación de Comercio Minorista de la PIMEEF, también lamentó que no se está teniendo en cuenta la singularidad y la manera de trabajar de las pymes, categoría en la que puede englobarse a la mayoría de negocios de las Pitiusas. «Dificultaría mucho la supervivencia de las empresas», manifestó.

Marí declaró que «si hay un poco de sentido común», la reducción no debería salir adelante y habría que buscar alternativas de mejora para todos. «Da la sensación de aquí sólo se está pensando en una de las partes, cuando resultaría muy complicado mantener horarios y la actividad. Habrá que buscar compensaciones y fórmulas para que esto afecte lo menos posible a la cuenta de explotación de las empresas», concluyó.

Desde el sector de la restauración, el nuevo presidente de PIMEEF Restauració, Miguel Tur, reconoció la complejidad de la iniciativa puesto que ni todas las empresas son iguales ni las comunidades tienen el mismo ritmo de trabajo o una capacidad de demanda similar para poder asumir la medida de la misma manera. «Se tiene que valorar muy bien para quién se aprueba y cómo se aplica. No es lo mismo un sector como el nuestro que es presencial, que otro en el que la productividad del trabajador puede medirse de otra forma», consideró.

También el tamaño de la empresa influiría enormemente en el resultado de la propuesta, más teniendo en cuenta el incremento de costes que la reducción puede provocar.

La PIMEEF explicó ayer que en clave balear y nacional van a defender que el Gobierno disponga de toda la información disponible por parte del sector empresarial para afrontar la propuesta, contando además con un profundo análisis realizado desde todos los ámbitos.

«En una economía ampliamente estacional como es la de nuestras islas, debemos ser especialmente cuidadosos para que no se tomen medidas que pongan en riesgo la viabilidad de las pymes, muy especialmente aquellas vinculadas con el turismo, hostelería o servicios, y más aún en un lugar como Ibiza y Formentera donde la escasez de mano de obra se agrava año tras año debido fundamentalmente a la problemática de la vivienda. Por consiguiente, cargar una medida como la reducción de la jornada laboral sólo en los empresarios podría hacer un daño muy importante a nuestro tejido productivo», advirtió la patronal.

Entre otras cuestiones, la PIMEEF aseguró que el incremento de costes para las empresas será más fácil de asumir para las grandes cadenas y firmas del país que para las pymes y además debería estudiarse cómo afectará la propuesta del Gobierno a aquellas empresas con contratos públicos ya firmados o a aquellos sectores con horarios regulados.

Para ellos, una buena opción podría consistir en habilitar bonificaciones para las empresas que se acojan a la medida equilibrando así el incremento de costes.