Un vehículo de la plataforma Uber circulando por Ibiza. | Moisés Copa

Una vez más, las prácticas de Uber en la isla de Ibiza provocaron ayer numerosas reacciones entre los colectivos del sector del taxi. Todo después de que un particular denunciara a este rotativo cómo un vehículo de la plataforma dejó ‘tirados’ a varios turistas que debían dirigirse al aeropuerto de Ibiza para tomar su vuelo de regreso.

Desde la Federación Insular del Taxi de Ibiza (FITIE) señalaron que las quejas recibidas por parte de algunos usuarios en relación a Uber hacen referencia principalmente a los elevados precios porque «lo habían vendido como algo más económico de lo que está siendo».

«Se vende que a ciertas horas no hay taxis y que no queda más remedio que llamar a la plataforma y no es así», afirmaron.

También colectivos como Élite Corsaris d'Eivissa confirmaron que numerosos clientes que habían solicitado un Uber en la isla les llegaron a comentar cómo finalmente habían tenido que utilizar un taxi puesto que el vehículo de la plataforma les había dado 'plantón'. «Algunos nos decían que les habían dejado ‘tirados’, aunque les habían cobrado la carrera y pretendían reclamar ese dinero. Es habitual este verano que nos lleguen quejas en este sentido», añadieron también.

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Otros usuarios mostraron su descontento tras descubrir el elevado precio de algunos servicios de Uber, con diferencias más que considerables para un mismo trayecto.

«Creemos que los conductores de la plataforma deben aceptar un 95% de los servicios para no ser penalizados. Si por algún motivo no pueden o no quieren hacer ese trayecto, pretenden que sea el cliente el que lo rechace», explicaron colectivos de taxistas de Ibiza.

El Consell d'Eivissa recordó ayer que no les llegan quejas de este tipo puesto que un servicio de Uber no deja de ser un contrato privado entre una empresa y un particular. En cualquier caso, el usuario debería dirigirse a Consumo para presentar una reclamación si así lo considera necesario, puntualizaron desde la institución insular.

Cabe recordar que el propietario de una vivienda vacacional ubicada en Sant Rafel denunció este lunes cómo un vehículo de Uber dejó literalmente 'tirados' a varios turistas que debían dirigirse al aeropuerto de Ibiza para tomar su vuelo de regreso. El cobro del traslado fue abonado con antelación ascendiendo a cerca de 40 euros. Tras comprobar que se acercaba la hora del vuelo y que el vehículo no aparecía, fue el propio propietario quien tuvo que llevar a los turistas al aeropuerto.

Otro ejemplo que ha podido conocer este medio es que un grupo de turistas que solicitó un servicio para ir a una cala de Sant Josep abonó 55 euros por el trayecto. Finalmente, el Uber nunca apareció y estas personas optaron por desplazarse en un taxi convencional y pagar los 31 euros del viaje.