El nombre Sport, a día de hoy se entiende perfectamente como término anglosajón. Sin embargo, el origen del nombre de este bar del Puerto de Ibiza poco tiene que ver con el deporte y con el cosmopolitismo que rodea cualquier puerto.
A principios del siglo XX muchos de los funcionarios que trabajaban en Ibiza eran de la Península, «muy probablemente fuera a llamarse Es Port, en ibicenco, pero la persona que tenía que escribirlo no lo entendería y puso ‘Sport', mal escrito», asegura Toni Marí, que regenta el bar Sport con su hermana Neus.
Toni Marí, padre de Toni y Neus, era de Sant Joan y en 1962, tras haber estado trabajando en otros establecimientos de hostelería y restauración, decidió hacerse cargo del bar Sport y las habitaciones de la pensión junto a su hermano Vicent durante los primeros años». «Todavía viene gente en ocasiones que asegura que ha dormido aquí o que comía en el bar cada día», explica Neus, que describe a la clientela del Sport en los primeros años en los que su familia se hizo cargo como «trabajadores que bajaban del barco y buscaban donde dormir, también había muchos trabajadores de la empresa eléctrica que ponía el cableado por toda la isla. A finales de semana venía el capataz para ver que todas las cuentas».
«El edificio lo construyó un señor de Formentera y estos locales se llamaban ‘es baixos de Can Xiquet», explica Neus, que asegura que «mi padre le ofreció comprar el local al heredero del señor que lo construyó, cuando accedió se dieron cuenta de que el local no existía. Menos mal que mi padre era honesto y lo pudieron arreglar bien».
Respecto al origen del negocio, Toni asegura que «sobre 1927 el edificio ya existía». «Cuando construyeron el hotel (el Montesol) se rompió el edificio hubo que reforzarlo», explica Toni mientras señala un periódico de 1934 en el que se anuncia la apertura del negocio y reconoce que «no estoy seguro de que antes de esa fecha ya estuviera abierto».
A partir de mediados de los años 30 el Sport pasó por diferentes manos, «en los años 50 lo llevó una familia de Sant Miquel y, después, lo estuvo llevando Juanito del Bahía (abuelo), que entonces era Juanito del Sport», explica el responsable del Sport a día de hoy.
Recuerdos
«Aquí trabajábamos toda la familia, mi padre, mi madre, Francisca, mi tía María y nosotros, que a la que veníamos a comer tras el colegio, ya limpiábamos los vasos», explican los hermanos con humor.
«Los trbajadores venían al terminar la jornada y mi padre les hacía la comida para el día siguiente. Las habitaciones no tenían ni número, tenían el nombre del huésped», recuerda Toni respecto a los tiempos de su infancia en el negocio familiar. «La gente compartía mesa y todo el mundo era conocido» añade Toni.
Neus recuerda cómo un camarero andaluz atendía a los primeros clientes extranjeros «a base de onomatopeyas, imitando a un cerdo o a un cordero, para indicarles lo que teníamos para comer». «Me acuerdo de este mismo camarero escandalizado porqeu alguien le había pedido una ‘amanida con pastanaga' y no tenía ni idea de lo que le estaba pidiendo», asegura Neus entre risas.
Oferta
La oferta gastronómica del Sport en tiempos de Toni destacaba por la paella que hacía cada día, «además de algún otro plato de lo que hubiera del tiempo y que mi padre compraba en el mercado a primera hora de la mañana».
Hoy en día, con Toni en la cocina y Neus en la barra, las paellas se hacen solo por encargo. Sin embargo, la oferta gastronómica se ha ido adaptando a los nuevos tiempos.
Clientes
Entre la clientela que visita el Sport hoy en día se encuentran verdaderos veteranos, como Pep Felix, que asegura que «vengo desde la época ‘d'es jai' i ahora sigo viniendo con los hijos, que son como él». «Lo único que echo de menos es la paella» lamenta el cliente veterano.
«El pescado es siempre fresco, la comida buena y el servicio es estupendo», explica Simón, cliente habitual y vecino de la zona, que asegura con humor que «aquí los platos siempre acaban limpios y los vasos vacíos».
Guillermo de Can Pi, ibicenco que vive en Alicante asegura que «cada vez que vengo a Ibiza un par de semanas, vengo cada día que puedo».
Sandra también es vecina del barrio y asegura que el Sport «es un lugar tranquilo, aunque vengan turistas, se adaptan: el Sport tiene otra frecuencia».
Fabrizio asegura que conoce el Sport «desde hace un par de años y vengo lsiempre que tengo días libres».
Armando visita el Sport por las mañanas, «la calidad precio es excepcional y el trato es muy bueno», y no tiene dudas a la hora de asegurar que «el alma del bar es Neus».
1 comentario
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Hace ya muchos años,durante una temporada (unos tres meses) fui a comer alli de lunes a viernes todos los dìas.La mayoria de veces comia paella.Se que el dìa que comia paella costaba 100 pesetas.No recuerdo que màs te daban por este precio.Si era carne con patatas fritas , 115 pesetas.Se comia muy bien.