Un momento del pleno de junio en el Consell de Formentera.

Por primera vez desde su creación en 2007, el Consell Insular de Formentera quedará en suspenso y operará como ayuntamiento. Esta es la fórmula que ha puesto sobre la mesa el secretario de la institución, Ángel Custodio Navarro, ante la grave crisis abierta por el presidente, Llorenç Córdoba, a finales de noviembre del año pasado y que se ha saldado, de momento, con la desaparición de prácticamente todo el equipo de Gobierno.

El cese de José Alcaraz a finales de enero y la dimisión de todos sus cargos de seis consellers de Sa Unió ha provocado la desaparición de la Junta de Gobierno insular, lo que, a su vez, tiene como consecuencia la práctica paralización de la actividad de la institución como consell. De ahí que recupere su papel como ayuntamiento para poder seguir trabajando.

Fuentes de la institución han explicado que Navarro ya ha elaborado el informe que dará carta de legalidad a esta decisión con el objetivo de «garantizar la gobernabilidad de la institución». Este informe, han añadido, indica que «las competencias que se habían trasladado a la Junta de Gobierno se repartirán entre el Pleno y el presidente». El pleno está formado por los 16 consellers de la Corporación y el presidente. En estos momentos, el equipo de Gobierno queda formado por Córdoba y por el conseller de Turismo, Artal Mayans, de Sa Unió. Este último ha asegurado en varias ocasiones que sigue formando parte de la coalición y que presentará su dimisión en breve. Algo que, de momento, no se ha producido. En la oposición están los cinco consellers de GxF y los tres del PSOE. Sin embargo, no queda claro cuál es el papel de los siete consellers de Sa Unió, que tras su dimisión deberían pasar a formar parte de la oposición pero que, sobre el papel, no tienen una función concreta dado que la Ley de Consells no prevé nada en un caso como el de la crisis de Formentera.

«Hasta que se solucione la vertiente política de todo este asunto», han subrayado las mismas fuentes, «el Consell funcionará como un ayuntamiento, dado su doble vertiente consell/ayuntamiento, por lo que no hace falta una junta de gobierno». «Las decisiones», han añadido, «se pueden tomar a través del plenario». Una fórmula que el equipo de Llorenç Córdoba considera que es «la más democrática y transparente», además de «totalmente legal». No obstante, tendrá que ser aprobada por mayoría en el pleno. Algo que, según las fuentes consultadas por Periódico de Ibiza y Formentera, no deberían oponerse los grupos porque «esta solución, a día de hoy, es la única que permite la gobernabilidad del Consell Insular».