De izq. a dcha, Ana López, Miguel Pardo y Consuelo López, este sábado en rueda de prensa. | Irene Arango

El mal estado que, según CCOO, presenta la flota de vehículos de las concesionarias Herbusa y UTE Es Vedrà marcó el inicio de la huelga indefinida en la recogida de basuras. Una situación que incluso se planteaban trasladar a la Justicia. «La sorpresa es que los vehículos presentaban hoyos en las ruedas, auténticas barbaridades. No entiendo cómo están trabajando de esa manera. Ocho camiones tenían las luces de freno encendidas. Solicitamos ante ello la presencia de la Policía Nacional que tomó fotografías y se decidió que no salieran», comentó el secretario general de CCOO Hábitat Baleares, Miguel Pardo.

Otros incumplimientos detectados es que algunos servicios se realizaron sólo con un peón, cuando en la mayoría de los casos deben ser dos los que cubran una ruta.

«Nosotros sí hemos cumplido los servicios mínimos. Es mentira que no los hemos cumplido. Si los camiones están así, es problema de la empresa y también de los propios alcaldes porque esos vehículos son un auténtico peligro para los trabajadores y para los usuarios de las carreteras», insistió Pardo.

De 12 camiones que deberían haber salido para cubrir los servicios mínimos durante la primera noche, sólo cuatro pudieron hacerlo. «La seguridad es más importante que el convenio», reiteró el sindicato.

En un primer balance de la huelga indefinida, desde CCOO destacaron que el 100% de las plantillas había secundado el paro. Según reconocieron, en estos momentos las negociaciones están «rotas», acusando además a las concesionarias de vulnerar el derecho de los trabajadores porque participantes en el comité de huelga habían sido llamados a cubrir los primeros turnos de los servicios mínimos.

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También manifestaron tener pruebas de que en la zona de Playa d´en Bossa se estaba recogiendo la basura    -probablemente por encargo de hoteleros y empresarios de la zona- y después los restos estaban siendo depositados de manera ilegal en un solar no acondicionado, una acción peligrosa y que puede provocar problemas de insalubridad. «Hay camiones que se están llevando la basura a un descampado y lo trasladaremos al juzgado. La gestión de la basura no la pueden hacer particulares», afirmaron.

Aunque al principio de las negociaciones aseguraron «tragar» a la hora de aceptar algunas propuestas, los representantes sindicales advirtieron de que a partir de ahora van a ir a por todas, fijando unas «líneas rojas» que no están dispuestos a traspasar.

Entre ellas, que los trabajadores sepan con exactitud la hora de inicio y final de su jornada laboral. Además, el sindicato aceptó inicialmente que durante el año los operarios realicen nueve ‘jornadas irregulares’ en las pueden verse obligados a prolongar su turno por avería del vehículo. Tras la ruptura de las conversaciones, y en caso de volver a hablar, tampoco aceptarán esta condición.

CCOO criticó que los trabajadores no están percibiendo un suplemento por nocturnidad o el plus de trabajos penosos.    «La empresa no tuvo la decencia o vista de explicarle a la gente los servicios mínimos que debían realizar o el horario», criticaron desde CCOO.

El sindicato sugirió además la posibilidad de que el acuerdo entre las concesionarias y los ayuntamientos tenga algunos flecos pendientes y las empresas usen a los trabajadores para resultar beneficiadas. «Algo les faltaba por cerrar con los ayuntamientos y nos forzaron un poco donde sabían que nos iban a molestar para que nos levantáramos del TAMIB y forzáramos nosotros», manifestó el sindicato a modo de suposición puesto que «el acuerdo estaba cerrado».