La familia ha estado viviendo en un hostal tras el desahucio.

Cáritas Ibiza ha habilitado un piso de emergencia social de tres habitaciones para la familia desahuciada de Santa Eulària. Así lo destacó ayer el coordinador general de la entidad, Gustavo Gómez, quien adelantó a Periódico de Ibiza y Formentera que este espacio social será utilizado de forma temporal durante dos semanas. «La familia ha finalizado su estancia en el hostal de Santa Eulària y se trasladará a esta vivienda ubicada en Vila», apuntó Gómez, resaltando la labor de Cáritas Parroquial de esta localidad y su compromiso a la hora de apoyar a estos vecinos.

«La coordinadora María Eugenia los ha estado ayudando», indicó Gómez, destacando también el trabajo realizado por los Servicios Sociales de la localidad desde que el Consistorio tuvo conocimiento de esta situación de desahucio de vivienda. «Tengo entendido que no descartan irse a la Península tras este periodo de dos semanas en esta vivienda de emergencia social», agregó Gómez en relación a esta familia compuesta por Abraham, Alejandra y sus tres hijos, los cuales se quedaron sin vivienda como consecuencia del impago del alquiler por problemas económicos derivados de la pandemia.

En este sentido, desde febrero, que fue cuando estos vecinos tuvieron que abandonar el piso en el que llevaban viviendo tres años, han estado alojados en dos hostales de la localidad; primero en un establecimiento de es Canar y los últimos tres días en el Hotel Duquesa Playa, también ubicado en Santa Eulària. Ambos alojamientos han estado pagados por el Consistorio como solución habitacional temporal. Esta familia, según los propios afectados, lleva meses intentando encontrar una vivienda asequible para empezar desde cero en un nuevo hogar, pero, según indicó Alejandra a este medio, es «imposible encontrar en Ibiza un alquiler que podamos asumir».

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En esta línea, indicó que los pisos que han visto sobrepasaban los 2.000 euros y, además, los propietarios exigían el pago por adelantado de varios meses. «Esta situación es inhumana y sabemos que el sector inmobiliario de la isla nos está haciendo boicot por lo que ha pasado», subrayó con preocupación, compartiendo su miedo a perder la custodia de sus tres hijos ante la imposibilidad de encontrar una vivienda asequible en la isla. «Los Servicios Sociales quieren apartarnos de ellos; nos sentimos impotentes», apuntó esta mujer, visiblemente afectada por la situación. En esta línea, desde el Ayuntamiento no adelantaron nada al respecto y afirmaron que todos los asuntos relacionados con menores y este departamento son cuestiones «sensibles». Al preguntarle a Alejandra por la oportunidad, gestionada por el Ayuntamiento, de poder alojarse en uno de los espacios de Cáritas, esta mujer tenía claro desde el principio que «teniendo tres hijos descartaba totalmente instalarse en uno de los albergues para personas sin hogar».

«Mi marido trabaja y yo estoy recibiendo el pago de la baja por enfermedad, ya que tengo 11 años de antigüedad. Estoy a la espera de pasar el Tribunal Médico en septiembre», explicó esta mujer, lamentando que con dos sueldos se tengan que ver en esta situación de vulnerabilidad. Por su parte, desde el Sindicato de Inquilinas de Ibiza y Formentera se mostraron ayer muy consternados por la realidad de la isla en materia de vivienda. «En estos momentos sentimos rabia; no puede ser que la mejor ayuda que podamos darle a la gente es poder huir de la isla como consecuencia de esta crisis habitacional», subrayó con preocupación Daniel Granda, portavoz del sindicato. Asimismo, indicó que es muy triste que familias con dos sueldos no puedan subsistir en Ibiza, como en el caso de la familia formada por Abraham y Alejandra. Al respecto explicó que esta situación de desamparo ha sido provocada por la «mala gestión del Ayuntamiento a través de los Servicios Sociales».

«Tras la demanda de desahucio por impago en el alquiler, la familia fue directamente a los Servicios Sociales y fueron mal asesorados; tenían que haber recurrido a un abogado de oficio para oponerse a la demanda de desahucio durante los días posteriores», destacaron desde el Sindicato de Inquilinas de Ibiza y Formentera, resaltando que con esta oposición la familia hubiese ganado tiempo para poder encontrar una solución, pero, indicaron, el plazo finalizó y no pudieron oponerse a esta demanda por parte del arrendador. «Nosotros durante este tiempo les hemos ofrecido una red de apoyo para ayudarles a encontrar una vivienda asequible, pero con esta crisis habitacional ha sido imposible», lamentaron, haciendo hincapié en que desde el Ayuntamiento no se gestionó bien este caso. También subrayaron la importancia de poder acreditar por parte de los inquilinos una vulnerabilidad económica para poder optar a la suspensión de un desahucio, ya que actualmente, según informaron, hay muchas personas que se consideran vulnerables y presentan demandas ante los Servicios Sociales.

Cabe recordar que desde el propio Consistorio emitieron un comunicado para informar del plan de apoyo municipal: «En todo momento se ha cumplido con la obligación de ofrecer alojamiento temporal urgente, ofreciendo hasta tres alojamientos diferentes cuyo importe ha sido sufragado íntegramente por el Ayuntamiento, además de haberles concedido otras ayudas para mejorar la situación de la familia y, sobre todo, para garantizar el bienestar de los menores», señalaron en el comunicado.