Alicia Reina, impulsora del proyecto 'Tanit Ibiza Conexión', antes de comenzar en 'Bona Nit Entrevistes'. | Alejandro Mellon

Aunque inicialmente dirigir un hotel no entraba en sus planes, Alicia Reina ha acabado presidiendo en Baleares la Asociación Española de Directores de Hotel (AEDH). En el programa Bona Nit Entrevistes de la TEF con Toni Ruiz, detalla su proyecto Ibiza Tanit Conexión impulsado junto a Eva Ballarín.

— ¿De dónde surge y qué busca la iniciativa Tanit Ibiza Conexión?
— Antes del 2021 yo estaba buscando datos para realizar una tesis doctoral y, siguiendo un consejo de quien era mi directora de la tesis en aquel momento, me sumé a la Asociación Española de Directores de Hotel que me acogió muy bien, pudiendo conseguir los datos que necesitaba para mi doctorado. En aquel momento, tan bien me acogieron que me impliqué mucho. Llegó la pandemia y, fruto del trabajo realizado, consideraron que me debían dar un premio en Madrid y me enteré después de que, en 50 años de historia, sólo dos mujeres habían recibido esa Estrella de Oro. Fue una alegría recibir el premio, pero pensé que había muchas mujeres que eran merecedoras del reconocimiento y se lo comenté al presidente nacional e incluso le pasé una lista de futuras candidatas con sus currículums. Él me dijo que ya tenían al premiado para la próxima edición, que era un hombre. En aquel momento, pensé que íbamos a hacer unos premios en Ibiza para reconocer la labor que realizan muchas mujeres muy competentes y excelentes en el sector turístico. En 2021 celebramos ya la primera edición y premiamos a ocho mujeres diferentes. Este proyecto pretende dar visibilidad a mujeres excelentes en el sector turístico que han aportado valor a la sociedad y al sector. Tanto Eva Ballarín como yo misma pensamos que esto no sólo podía quedarse en un premio, sino que debíamos documentarlo y dar testimonio de por qué estas mujeres merecen este premio, cuál es su historia, y comenzamos a trabajar en el libro ‘Mujeres Tanit Ibiza’ donde se recogen historias de superación. Gracias a esto nos hemos vuelto unas ojeadoras de talento femenino y hemos abierto ya las candidaturas para este año. Estamos viendo que el libro tiene muy buena acogida.

— La proporción que mencionaba sobre el premio la Estrella de Oro será extrapolable a otros galardones o referencias históricas.
— Es así, aunque sea triste decirlo. Ahora no es el momento de que las mujeres estemos lamentándonos de algo que no podemos cambiar. Sólo podemos modificar lo que sucede ahora, que está bajo nuestro control. Durante la historia, la mujer no ha tenido protagonismo en 50.000 profesiones, aunque hemos notado que quienes vivimos en la generación actual tenemos mucha suerte puesto que tenemos más oportunidades y podemos dedicarnos a lo que nos gusta. Algunas historias demuestran cómo las mujeres se encontraron con muchos obstáculos en su camino. Helher Escribano, por ejemplo, para ser directora de cine tuvo que pasar por un examen que no se les hace a los hombres. Estas cosas son las que debemos reconducir y modificar.

— El mundo cambia en positivo en este sentido, aunque es importante ir a la base, a la educación de los niños.
— La educación es la base de todo, una educación en igualdad. Yo quiero que si me dan algo, es porque lo merezco, no porque sea mujer. La discriminación positiva se practica en algunos casos, pero no favorece a la mujer y tenemos que ganarnos el puesto por nuestros méritos, no por ser mujer. En la educación hay que implementar lo mismo: la cultura del esfuerzo, de la constancia o del trabajo y que, quien hace las cosas bien, consigue cosas que no logran quienes lo hacen mal. Esto es lo que hay que inculcar, no sólo en las escuelas, sino en nuestras familias. Estos valores son los que cambian la sociedad y es lo que intentamos hacer con este proyecto, cambiar la sociedad a mejor.

— Durante mucho tiempo, cuando una mujer ha triunfado, ha sido masculinizada.
— Sí, es agenciarse de lo positivo, del talento. Creo que es una tendencia que todavía existe, pero eso indica que el talento no sólo pertenece a un género, sino que es de todos como seres humanos. Si nos masculinizan por tener talento, tienen un problema porque la feminidad es muy bonita e interesante.

— Es un trabajo interesante el que han realizado recogiendo las historias de 16 mujeres muy diferentes entre sí.
— A pesar de ser distintas, hay un hilo conductor entre ellas, algo común que se repite en todas las historias. Todas están enamoradas de Ibiza y todas son luchadoras y tienen unos valores de justicia y de amor por la familia muy importantes. Siempre han tenido un valor familiar que las ha animado a ir hacia adelante y afrontar muchas dificultades. Son estilos de liderazgo muy diferentes, pero ello demuestra que hay diversas formas de llegar al éxito personal y profesional y no sólo un camino. Cada persona, desde su talento, con la constancia y el apoyo familiar, con esta lucha interna y sus valores, ha podido llegar y son historias muy interesantes. Es como una revista ‘Hola’ donde vas conociendo historias de cada personaje.

— Historias que no sólo explican las protagonistas, sino también otros testimonios.
— Porque pensamos que no sólo teníamos que tener la visión del personaje, también de dos o tres conocidos que puedan explicar cómo son, qué han logrado o qué tipo de liderazgo ejercen, porque la visión de uno mismo es diferente a la de los otros. Queríamos que esta visión de cada una de ellas fuera muy completa y esto ha fomentado que podamos contar con un perfil muy completo. Las fotografías las hace una fotógrafa magnífica, Aisha Bonet, a quien estamos muy agradecidas. Las imágenes, además, transmiten parte de la esencia de estas mujeres.

— También hay fotografías de vida.
— Sí, tanto Eva como yo queríamos que se reflejara el pasado de estas mujeres en imágenes y les pedimos que libremente nos cedieran alguna fotografía que consideraran importante para ilustrar la entrevista. Han sido muy generosas y nos han mandado fotografías de su juventud, de momentos cruciales de su vida.

— Son 16 historias formidables las que recoge este libro. Imagino que todas las mujeres, de una u otra forma, han manifestado las dificultades añadidas por el hecho de ser mujer.
— Sí, es algo que se da en todas. Piluca Bayarri, de la moda Adlib, tuvo un proyecto emprendedor, lo cual no era habitual en aquellos años. Ella iba a los bancos a buscar financiación y siempre tuvo dificultades, pero ella supo ir adelante. El proyecto ‘Tanit Ibiza Conexión’ tiene como objetivo principal dar visibilidad a todo el talento de mujeres en Ibiza y Formentera que realizan una labor muy importante en el sector turístico, que lo engloba todo. También queremos apoyar causas de responsabilidad social y entre ellas se encuentra la Fundación Conciencia o la de Elena Torres. Vamos descubriendo cada vez más acciones sociales que podemos realizar. Queremos poner en valor el sector turístico. Incluso por parte de los políticos y del Govern ha tenido en el pasado mala prensa y, quienes amamos este sector, queremos ponerlo en valor puesto que aporta cosas buenas.

— De hecho, han vuelto a verse brotes de turismofobia en lugares como Canarias.
— Lamentablemente es una realidad, pero defiendo y creo que, con objetividad, todos estos efectos perjudiciales que estamos viendo son consecuencia, primero, del intrusismo, porque no se está controlando todo este intrusismo que está colapsando el sector y está causando mucho daño al sector hotelero reglado. Son unos piratas que no dejan nada a las Baleares y sólo chupan todo lo que pueden de nosotros. El intrusismo es la causa principal que provoca la existencia de una masificación y, al final, colapsa los recursos que tenemos en Baleares. Todos juntos debemos luchar contra esta lacra que satura los recursos de las islas. Entiendo que la gente está un poco harta de ver este colapso, pero este turismo reglado, quienes seguimos las normas, damos riqueza o pagamos impuestos, no somos los culpables, al contrario, nos ponemos a disposición de la sociedad para evitar estos excesos. Realmente, la turismofobia es un elemento a tener en cuenta y debemos saber cuál es la causa, aunque yo la tengo muy clara. Mis compañeros también lo tienen claro y no somos los que estamos dentro de la ley, sino que son quienes están fuera. Evidentemente, debemos promover que el turismo sea conocido por las cosas buenas que aporta a la sociedad: el trabajo, los impuestos o la riqueza. Hay algo que no podemos pasar por delante y es que, se quiera o no, todos vivimos del turismo. Quien crea que no porque es funcionario, debe pensar que su sueldo se paga con impuestos que se recaudan con el turismo. Quien piensa que se dedica al sector sanitario y no toca el turismo, es mentira. Todo se paga con impuestos recaudados con él. Siendo conscientes de ello, debemos abandonar la hipocresía y la incoherencia de quienes piensan que esto no va con ellos y que pueden decir que se instalan en la turismofobia. Debemos evitar lo que realmente está causando esta masificación.

— Usted dirige un establecimiento hotelero y en la Asociación balear de Directores de Hotel seguramente abordarán estos temas.
— En el sector se respira una cierta tristeza porque se no esté atacando el elemento principal de esta turismofobia, que es el intrusismo. Es un tema que se comenta bastante y tenemos varios foros itinerantes y allí siempre ponemos estas cuestiones sobre la mesa; buscamos soluciones y hablamos además de tecnología, que nos puede ayudar a evitar esta masificación. Intentamos poner solución desde nuestra perspectiva, aunque no es solamente algo de Baleares. Los directores de hotel están cada vez más formados, son más profesionales y son más empáticos y buscan la sostenibilidad 360, no sólo la medioambiental, sino también la social y económica.

— Usted es abogada y acabó dirigiendo un hotel casi por accidente.
— Sí, estudié Derecho y ejercí como letrada. En mi familia, mi hermano debía realizar ese trabajo y enfermó y yo tuve que tomar una decisión. Al principio combiné las dos cosas y me di cuenta de que realmente lo que me gustaba y con lo que me sentía llena era con el hotel. Me encontré unos apartamentos turísticos que estaban en la prehistoria e impulsamos un cambio radical del producto, con una gran inversión y todo en la peor época en la que pudimos hacerlo porque fue en la crisis de 2008. El proyecto fue exitoso y eso que durante este proceso me atropelló un coche. Si salimos de aquello fue gracias a nuestros equipos y a toda la gente que confió en nosotros.