El 1 de mayo es cuando se da por iniciada la temporada oficialmente. | Arguiñe Escandón

Patronales e instituciones pitiusas manejan buenas previsiones de cara a temporada 2024, inaugurada oficialmente este miércoles día 1 de mayo. De hecho, los hoteles y las empresas de la oferta complementaria estarán totalmente operativos durante los diez primeros días del mes.

El director insular de Turismo, Juan Miguel Costa, avanzó que la de 2024 será una temporada «muy similar» a la del pasado ejercicio, con un volumen de reservas parecido. «Abril, posiblemente no ha sido tan potente, pero las previsiones para los meses de verano son parecidas y se espera una buena temporada», comentó Costa.

Alicia Reina, presidenta de la Asociación Española de Directores de Hotel (AEDH) en Baleares, confirmó que hasta finales de marzo hubo una tendencia muy elevada en las reservas anticipadas, concentradas principalmente en los meses de julio, agosto y septiembre. A partir de abril, sin embargo, se observó una cierta ralentización, con un goteo menos intenso de reservas, aunque constante.
«Ya pasó en 2023 y lo que puede ser preocupante es que, a pesar de la fuerte demanda, los vuelos programados no puedan ser suficientes ni capaces de absorber y cubrir la oferta de alojamientos turísticos que aún queda por vender, teniendo en cuenta que no sólo existe la oferta reglada y legal puesto que hay cada vez más intrusismo en el sector», manifestó Reina.

Desde la asociación explicaron que este año se va a replicar la tendencia del 2023 de concentrar cuantitativa y cualitativamente las reservas en los meses más potentes de la temporada, comenzando a finales de junio y terminando a principios de septiembre.

En relación a los posibles factores que mejorarán la actividad turística, Reina apuntó a una tendencia en constante crecimiento como es la priorización del gasto en viajes en los patrones de consumo; el posicionamiento de las Baleares como destino seguro y la atracción de turistas de creciente valor añadido gracias a las inversiones privadas en el sector.

Entre las cuestiones que pueden ralentizar la actividad turística, la hotelera resaltó la dificultad para la contratación de personal cualificado; la falta de vivienda para alojar a estos empleados y la competencia desleal de viviendas residenciales que se están destinando a uso turístico, además de tensiones en los márgenes por el incremento de costes.

Noticias relacionadas

Reina reiteró que la inflación acumulada o las subidas de los costes salariales y financieros van a propiciar subidas de tarifas en los alojamientos de la isla, favoreciendo aquellos productos hoteleros destinados a un público de poder adquisitivo alto frente a productos de una calidad baja inferior a las tres estrellas.

También consideró que los conflictos bélicos actuales pueden eliminar destinos competidores en un primer momento, «pero a medio y largo plazo no es positivo para nuestra industria turística española y balear».

Reina destacó la diversificación del perfil del viajero/turista que visita las Baleares, que es cada vez más heterogéneo en cuanto a nacionalidades. «Esta diversificación de los mercados emisores supone una fortaleza de nuestro sector», concluyó.

Desde la CAEB, el vicepresidente en las Pitiusas, José Antonio Roselló, se refirió a las excelentes perspectivas que ya en ferias turísticas como Fitur apuntaban a que la de 2024 será una buena temporada. «Siempre hay una inercia que procede del año pasado y estaremos en la misma dinámica. El único nubarrón es la situación económica de los países de Europa (también de Reino Unido) y sus efectos sobre los ciudadanos», comentó Roselló. «Creo que sigue habiendo un efecto postpandemia que provoca que las ganas de viajar estén por encima de las previsiones económicas, incluso si no son positivas. Será una buena temporada, salvo que hubiera algún problema grave», concluyó.
Más cauta fue la Federación Empresarial Hotelera de las Pitiusas que señaló que aguardan esta temporada «con normalidad», preparando en estas semanas toda la oferta turística. Durante mayo, según añadió la patronal, irá abriendo toda la planta hotelera y a mitad de mes estará toda al completo.


Las primeras visitas

Pese a que el tiempo en el inicio de mayo no ha acompañado, ya es habitual ver turistas paseando por las playas y calles de Ibiza. Es el caso de Emma, una británica que ya conoce la isla muy bien desde su primer verano en la isla. «Vinimos el viernes y nos vamos mañana. Solo para los openings; hace cuatro años que no fallo», señaló entre risas la joven, aunque asegura que se «escapará» otra vez a mitad de temporada. «Desde que vine me enamoré de la isla… Pero los precios están locos ahora y la calidad ha bajado», matizó. Aunque el reclamo de las discotecas es suficiente para algunos, muchos visitan la isla en esta época del año para relajarse y aprovechar unos precios más asequibles, aunque no demasiado. «Vengo a visitar a una amiga que lleva aquí unos años. Si no fuese porque puedo quedarme allí, coger un hotel en Ibiza es una locura», explicó Zaira que detalla que la noche más barata que encontró en una conocida plataforma de reservas online alcanzaba los 90 euros. En este sentido, cabe recordar, que el sector hotelero en las Pitusas ha incrementado entre un 5% y un 6% los precios de cara a la nueva temporada.

El inicio de temporada también se nota en restaurantes y comercios que, poco a poco, ven como sus locales se llenan de turistas. «Ya se ve gente extranjera y se nota mucho en las visitas. Hace un mes solo hablabas español porque el público era más de la isla y ahora casi siempre en inglés», manifestó Sergio, uno de los propietarios de una tienda de zapatillas y moda ubicada en el centro de Vila.
El problema principal sigue siendo, una vez más, la falta de vivienda. «Me han llegado a pedir 10.000 euros por adelantado en un piso de temporada», expresa Sergio, encargado de un restaurante, que ha preferido no dar su nombre real. «Es normal que la gente buena no venga. No sale a cuentas sino tienes familiares o la misma empresa no te consigue vivienda», puntualizó.