El mercado hippy de Platja d’en Bossa. | Archivo

Vendedores en mercadillos de Ibiza rechazaron ayer las bases «totalmente arbitrarias y abusivas» que el Ayuntamiento de Sant Josep ha introducido este año para quienes quieran contar con un puesto en el Hippy Market de Platja d'en Bossa. Estos mercaderes aseguraron no entender el motivo de la modificación de las normas.

Los vendedores consideraron que, con las nuevas reglas, la voluntad del Ayuntamiento es que el popular mercadillo desaparezca puesto que se han fijado unas bases «arbitrarias y abusivas» para conseguir este objetivo. Según el colectivo, en el Consistorio son conscientes de que las familias que trabajan en el mercado no pueden asumir las condiciones ahora impuestas.

Fuentes municipales explicaron ayer que se han formulado unas nuevas bases puesto que en los últimos años se habían detectado incumplimientos en la zona. Como en cualquier actividad de características similares, dichas bases regulan la relación entre el adjudicatario y el Ayuntamiento para el uso de terreno público, según destacaron desde Sant Josep.

Entre otras cuestiones, confirmaron que la tasa es «muy reducida» y, además, es la misma que venían pagando los comerciantes, si bien la fianza se ha incrementado deliberadamente hasta los 800 euros para garantizar el cumplimiento de las bases. «Como es lógico, en caso de que se respeten, se trata de un dinero que se devolverá íntegramente», aclaró el Ayuntamiento.

Estas mismas fuentes señalaron que el actual equipo de gobierno defiende la transparencia y la ordenación del suelo público y, por esa razón, se han eliminado las casetas buscando garantizar la salubridad en la zona y para evitar el mal uso que se hacía de alguna de ellas.

Sin embargo, algunos vendedores del Hippy Market de Platja d'en Bossa afirmaron que las explicaciones de Sant Josep «son totalmente absurdas», denunciando que se trata de un método de recaudación y abuso contra ellos.

Sobre los incumplimientos que el Ayuntamiento pretende combatir con las nuevas cláusulas, los vendedores manifestaron que delitos como la venta de drogas o la prostitución están tipificados en el código penal, por lo que no se entiende que no se tomaran acciones en su momento.
En el escrito, lamentaron que se hable del mercadillo como un foco de delincuencia, aunque a unos 500 metros se encuentran dos de las grandes discotecas de Ibiza donde parece que no existen estas prácticas, según consideraron. «El Ayuntamiento o a quien corresponda debería prestar un poco más de atención y enviar más patrullas por esa zona si tanto preocupa dicho foco», reiteraron.

También criticaron que el Consistorio presente estas bases «abusivas» a un mes de que se inicie el mercado del que dependen multitud de familias, reclamando el pago de 800 euros más una tasa antes del 25 de abril.

Según añadieron, mucha gente ya tenía su género preparado para poder empezar en mayo, por lo que si se junta el desembolso del material, la fianza y la tasa del mercado, será imposible para muchos iniciar este año la actividad en el Hippy Market.

En el escrito, afirmaron además que muchos mercaderes no residentes han trabajado en este espacio durante más de diez años y, de repente, han sido «excluidos y discriminados», a pesar de ser pioneros en el mercadillo.

Sobre la falta de limpieza, declararon que «los turistas hacen sus necesidades, vomitan y tiran basura en cualquier esquina y quien mantenía esa calle limpia eran los mercaderes que limpiaban la calle, sus casetas y sus zonas de puesto, función que debería de ser del Ayuntamiento».

«Nos quieren poner una persona que nos vigile, aunque la tenemos que pagar nosotros, pero no quieren poner más seguridad en esa zona. Es algo un poco contraproducente y bastante injusto. Somos familias, no delincuentes. Esa función ya estuvo años atrás y nunca se elevó la tasa», añadieron.

Por último, lamentaron que todavía están reclamando la fianza del pasado año de 100 euros.