Instalaciones del puerto de Sant Antoni, que no están siendo usadas desde hace años. | Irene Arango

El presidente de Baleària, Adolfo Utor, emitió un comunicado este domingo para explicar los motivos por los cuales la naviera ha solicitado operar este próximo verano en el puerto de Sant Antoni con una nave de 86 metros de eslora, cuando lo permitido en estos momentos son 65 metros como máximo. Utor reconoció «no entender» la polémica suscitada con su solicitud y recordó que la movilidad de las personas es un «derecho fundamental» que debe primar antes que la oposición al uso de una infraestructura «esencial» como es el puerto de Portmany.

Así, Utor manifestó que, si han pensado en el puerto de Sant Antoni, lo han hecho con la intención de descongestionar el puerto de Ibiza y acercar la Península a la isla de Ibiza, además de hacer posible la conexión con Mallorca. «Si hemos destinado el Cecilia Payne a estos servicios es porque conocemos de primera mano el debate en torno al puerto de Sant Antoni e interpretamos que existía esta posibilidad», expresó Utor.

Más cercano a la Península
Según detalló el presidente, el de Sant Antoni es el puerto más próximo a la Península, por lo que las travesías tienen una menor duración y gastan menos en combustible, «con las positivas consecuencias que ello representa», manifestó. Utor declaró que el hecho de haber escogido el buque Cecilia Payne es porque «conocemos de primera mano el debate en torno al puerto de Sant Antoni e interpretamos que existía esta posibilidad».

Para el presidente, la petición de atraque «resulta lógica» ya que el puerto portmanyí dispone de muelles adecuados y una idónea estación marítima. «Si hablamos de medio ambiente, cabe recordar que cada pasajero que utilice el barco como medio de transporte en detrimento del avión estará contribuyendo a la lucha contra el cambio climático», afirmó el presidente de Baleària.

Para justificar la solicitud que la naviera ha formulado a Ports IB (es decir, al Govern), Utor explicó que han destinado el buque Cecilia Payne a reforzar su línea Dénia-Ibiza-Palma y a «redoblar la apuesta por la conectividad marítima sostenible». Si finalmente esta escala en el puerto de Sant Antoni no es autorizada, las operaciones se realizarán en el puerto de Ibiza que, según Baleària, está «saturado» debido a las embarcaciones privadas y los cruceros, «más allá de la concentración en determinadas franjas horarias de tráfico de ferris comerciales», explicaron desde la naviera.

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Cabe recordar que la Conselleria balear del Mar y del Ciclo del Agua confirmó esta misma semana que había recibido una solicitud de la naviera Baleària para utilizar este verano el puerto de Sant Antoni, reactivando de esta manera en la bahía el tráfico marítimo comercial. La compañía explicó el miércoles sus intenciones de atracar en el puerto portmanyí con el objetivo de ofrecer servicios marítimos a Dénia y Palma a partir del 14 de junio y hasta el 30 de septiembre.

La nave que realizaría estas conexiones tiene capacidad para 800 personas y 175 vehículos y cuenta con 86 metros de eslora. En este sentido, hay que recordar que desde junio de 2021, cuando caducó una moratoria del Govern, los ferris no pueden operar en el puerto de Sant Antoni si superan los 65 metros de eslora.

Fuentes del Govern explicaron que actualmente se encuentran en proceso de analizar «detenidamente» la solicitud de Baleària.

La naviera incluso comenzó a vender los billetes para estas rutas, aunque poco después eliminó de su web esta posibilidad ante el revuelo causado. El presidente del Consell, Vicent Marí, y el alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra, expresaron su sorpresa por todo lo sucedido, llegando el primero a reconocer su «malestar» y a criticar que el proceder de la naviera no era correcto puesto que debería haber informado al Consell d’Eivissa y al Ayuntamiento de Sant Antoni sobre sus intenciones.

Marí recordó que la institución insular trabaja en la limitación de entrada de vehículos, por lo que debería ser conocedora de la propuesta de la naviera.

Patronales como las asociaciones de comerciantes y de hoteleros de la localidad, así como la plataforma Salvem sa Badia, también recordaron este sábado su rechazo al tráfico comercial en el puerto de Portmany.