Concejala en Vila de Cultura, Patrimonio, Normalización y Bibliotecas, Carmen Domínguez (Jabugo, 1960) está radiante. Afrontar nuevos retos es lo suyo. Y se le nota. Todos dieron por hecho que sería la nueva responsable de Participación Ciudadana en el Consistorio cuando la lista del PP fue la más votada en las elecciones de mayo de 2023. Sin embargo, sorprendió, y mucho, que fuera nombrada por el alcalde Triguero responsable de Cultura. «Es verdad que no había que empezar de cero como cuando tuve que poner en marcha la Conselleria insular de Participación Ciudadana», recuerda ahora, «pero era algo nuevo para mí y a mí me encantan los retos. Y lo estoy disfrutando mucho».

—Es la primera vez que entro en el Arxiu de Vila. ¿Por qué ha querido hacer aquí la entrevista?
—Porque este año celebramos el 35 aniversario de nuestro Arxiu. Aquí guardamos los tesoros de la ciudad. Tenemos documentos de la antigua Universitat, el Llibre de sa Cadena… Son cosas maravillosas y vale la pena que compartamos este espacio.

—¿Qué le gustaría que fuera el Arxiu para los residentes en la ciudad?
—Desgraciadamente, yo creo que no se visita tanto como se podría hacer. Nosotros, desde Cultura, hemos hecho en estos seis meses dos exposiciones muy interesantes y vino mucha gente. Muchos nos decían que era la primera vez que venían al Arxiu. Mucha gente no sabe que esto se puede visitar. Vienen los eruditos buscando información, alguien que va a escribir un libro y necesita un fondo documental… estas personas lo conocen muy bien pero el público en general no. Ahora que cumple 35 años vamos a ponerlo en valor y que nuestros ciudadanos puedan venir y conocerlo.

—¿Qué tiene previsto hacer?
—En principio, haremos aquí jornadas de puertas abiertas para todo el mundo y buscaremos excusas para que la gente suba. Sobre todo exposiciones. Es difícil hacer cosas como la presentación de un libro porque no hay espacio suficiente pero sí que es un espacio muy adecuado para exposiciones.

—El programa de actividades del 150 aniversario del Mercat Vell ha funcionado. ¿Lo tenía claro cuando lo organizó?
—Es un programa que hemos hecho desde Comercio, Fiestas y Cultura. Yo soy una persona muy optimista y, cuando emprendo algo, lo hago pensando que va a ir muy bien. El que no arriesga, nunca triunfa. Eso lo tenía claro. El Mercat Vell es una zona que es difícil de gestionar en invierno. Muchas tiendas cierran y mucha gente no está en invierno. Pero hemos contado con la Asociación de Vecinos y con la Asociación de Comerciantes, que han sido entusiastas. Ellos han puesto todo lo que estaba en su mano para que esto funcionara y el Ayuntamiento ha ido con ellos de la mano. La verdad es que estoy feliz porque no ha habido un solo acto que no haya sido un gran éxito. Por lo tanto, creo que no se puede pedir más.

—¿Esto se puede instaurar como algo periódico o hace falta una excusa como el aniversario del Mercat Vell?
—Tanta actividad como hasta ahora, no sé si seremos capaces. Han sido dos meses y medio intensísimos, con actividades cada fin de semana. Lo que sí le puedo decir es que allí haremos muchas cosas pero más de cara al buen tiempo. Es verdad que ahora solo hemos tenido que suspender un concierto por viento. Arriesgarte a programar allí muchas cosas en invierno es arriesgado porque el tiempo te puede jugar una mala pasada. Pero, a partir de que empiece el buen tiempo, haremos allí muchas cosas.

—En la presentación del programa de actividades ustedes dijeron que este ciclo era un primer paso y que el objetivo era extender este tipo de eventos por toda la ciudad. ¿Hay algo previsto en este sentido para 2024?
—De lo que depende de Cultura, nosotros ya instauramos en 2023 el programa Música als Barris, que se hizo en Figueretes y en es Clot. Ahora en 2024 lo vamos a ampliar. Se harán cuatro conciertos, dos en primavera y dos en otoño. Se harán en cas Serres, platja d’en Bossa, San Pablo y es Pratet. Este último se hará a finales de otoño porque hay que acabar antes la obra de la calle. Vamos a seguir llevando la música a los barrios.

—Vecinos y comerciantes del casco histórico creen que la reforma del Mercat Vell podría seguir el modelo del Mercado de San Miguel, en Madrid. Es un mercado que ofrece alimentación, gastronomía y cultura. ¿Qué le parece esta idea?
—Conmigo no se han puesto en contacto. A ver, lo que está contratado es un proyecto de reforma para un mercado de frutas y verduras. Pero, bueno, siempre hay posibilidad de pensar en otras cosas. A ver, lo que quiero que quede claro es que cualquier zona que pueda ser cultural en la ciudad, contará con mi beneplácito y alegría. Cualquier decisión que se tome que signifique aumentar nuestra oferta cultural, a mí siempre me va a parecer bien.

—El Ayuntamiento ha decidido que sa Peixateria se convierta en un centro polivalente en el que la cultura tenga un gran peso. ¿Por qué se ha cambiado el proyecto?
—Es un tema que no lleva Cultura directamente. Estamos intentando que sea un centro polivalente y es verdad que Cultura tendrá ahí un peso. Estoy convencida de que la mayoría de lo que se programe en sa Peixateria será cultural. Como concejal de Cultura, sería anormal que yo dijera que no quiero tener una sala a más a disposición de nuestros vecinos. Por cierto, me extraña mucho que el anterior concejal de Cultura (el socialista Pep Tur) esté en contra de tener un centro cultural más para la ciudad. Podemos ver otras vertientes, tener muchas visiones, pero la mía y la suya es la cultural. Y, cuando a un concejal de Cultura, le ofreces un nuevo espacio, su actitud ha de ser la de estar de acuerdo.

—Vila va a a tener que devolver la subvención del Govern para la Casa de la Música. Este proyecto se sacó dos veces a adjudicación y quedó desierto pero usted mantiene que lo sacará adelante. ¿En qué cree que se falló en la anterior legislatura?
—Es un largo proceso y tiene su recorrido. Se pidió una subvención para iniciar la Casa de la Música, que era un proyecto de más de seis millones de euros. El Govern otorgó esta subvención de 500.000 euros para comenzarlo y el proyecto lo redactó una empresa de Menorca después de un concurso. Pero esto es todo lo que se hizo. Pasan los años y las subvenciones has de justificarlas o devolver el dinero. Se sacó a licitación a un precio muy bajo, por lo que, lógicamente, quedó desierto. Nosotros solo tenemos constancia de que salió una vez a concurso. No hemos encontrado ningún documento del seguro concurso fallido.

—Pero siempre se habló de esta segunda licitación.
—Cierto, pero yo solo he visto una. Esto no quiere decir que no se haya hecho pero el documento no lo tenemos. La cuestión es que después pasa un año y medio con el plazo de la justificación de la subvención caducado. Cuando nosotros llegamos, lo primero que encontró sobre la mesa nuestra concejal de Hacienda fue una carta de la consellera en funciones diciendo que teníamos que devolver 680.000 euros porque, además, nos cobran los intereses de demora. Esto no deja de ser curioso que no lo hubieran resuelto antes. Ahora mismo, la Casa de la Música está en menos 680.000 euros. Hay que ver cómo está el proyecto, si se puede hacer… la realidad es que nosotros no tenemos ahora mismo 6 millones de euros para hacerlo.

—Se queda en ‘stand by’.
—A ver, para mí un proyecto como la Casa de la Música o el de Can Ventosa es un sueño. Y los sueños hay que lucharlos. Le puedo garantizar que este sueño, que también es del alcalde, vamos a luchar para conseguirlo. Pero el problema real que tiene el Patronato de Música es la falta de espacio. El patronato comenzó en 1993 con 130 alumnos. Ahora tenemos el mismo espacio pero con 350 alumnos. Y la pena es que vengan chicos y chicas y les tengas que decir que no puedes cogerlos por falta de espacio. Lo primero que el Patronato de Música me puso sobre la mesa cuando yo llegué fue esta falta de espacio. Es algo que yo ya sabía porque ya había estado en contacto con ellos. Este problema lo vamos a solucionar con la ampliación de Can Ventosa.

—¿Será suficiente?
—Son 900 metros cuadrados más en dos plantas. Es muchísimo. Esto le soluciona al patronato todos sus problemas. Podremos ampliar la Escuela de Música y puede que, incluso, podamos ampliar el tema de la danza.

—Usted, entonces, lo que quiere es que Can Ventosa vuelva a ser el corazón cultural de la ciudad.
—¡Sí! Con estos dos pisos, el tema del Patronato de Música queda solucionado. Y vamos a potenciar el teatro al mil por mil. Este 2024 es el 25 aniversario del Patrimonio de la Humanidad y esto se reflejará en la programación de Can Ventosa. Pero también en 2025. A ver, nosotros queremos ser un referente, queremos llevar la cultura a la C mayúscula, que Vila sea una ciudad cultural con C mayúscula. Que Vila sea un referente cultural para nuestra isla y, como sueño, para Baleares. Que se hable de una Ibiza cultural en grande.

—¿Cómo se logra esto después de dos legislaturas que culturalmente han sido muy pobres?
—Sí, fue como un ‘dejarse llevar’. Ahora hay que potenciar. Tenemos un Patrimonio de la Humanidad maravilloso para poder hacer cualquier tipo de acto. Y tenemos un teatro que es pequeño pero es nuestro teatro y se pueden programar muchas cosas. La experiencia nos dice que, cuando programas cosas chulas, el teatro se llena. Desde que yo estoy en Cultura, hemos colgado el no hay billetes prácticamente en todo lo que hemos hecho. La gente tiene muchas ganas. Lo estamos viendo con las actividades de Navidad. La gente tiene ganas de fiestas y de eventos culturales.

—¿Qué papel juega la iniciativa privada en todo esto? Empresarios como los de la Plaza del Parque se quejaban en la pasada legislatura de que el Ayuntamiento frenaba sus iniciativas culturales.
—Yo voy más allá. Ni se escuchaba a la gente. Yo eso nunca lo había visto. He repartido siempre mi teléfono a todo el mundo y, cuando me han llamado, han venido a mi despacho. Yo tengo ya una carpeta llena de iniciativas que me han presentado y vamos a ver cómo hacerlas. Cultura es lo que piensa el Ayuntamiento pero también lo que aportan los ciudadanos. Hay que dar a la gente la oportunidad de ayudarte a hacer cultura. Es algo que tenemos que hacer entre todos.

—Uno de los eventos culturales de este 2024 será la inauguración de la reforma del Teatro Pereyra.
—Yo lamento que no se haya podido hacer antes. Sabemos que no se les dejó seguir adelante por intereses. Los actores de eso sabrán por qué lo hicieron. Eso nos ha costado unos años de tener este espacio emblemático. Como ya le he dicho, a mí me vienen bien todos los espacios culturales, así que estoy feliz.

—¿Qué puede avanzarnos del aniversario del Patrimonio de la Humanidad?
—Estamos trabajando como locos con este tema y ahí también participan otras concejalías. Es muy transversal. Pero, en lo cultural, Can Ventosa tendrá una programación de teatro maravillosa. A ver, yo tengo claro que, como concejal de Cultura, tengo que hacerle el gusto a todos los vecinos. Otros no lo hicieron. Nuestros vecinos tienen que disfrutar de nuestro programa cultural y tú tienes que poner ahí lo que te gusta, lo que no te gusta, lo que te entusiasma y lo que odias. Todo ha de estar al servicio de nuestros vecinos y todos tienen que disfrutar. Vamos a tocar todos los palos, como dicen los de flamenco.

—Esa filosofía es uno de los principales cambios con respecto a la anterior legislatura.
—Sí. Es que esta es mi primera idea. Y la segunda es que hemos de contar con los artistas de aquí. En Ibiza tenemos un talento increíble en todas las artes. Yo conocía a mucha gente antes de llegar a la concejalía. Pero estoy entusiasmada con lo que estoy viendo ahora. Tenemos un gran potencial artístico en la isla. Esto hay que combinarlo con lo que vamos a traer de fuera, que también es importante.

—¿Puede avanzarme algún artista de fuera?
—En marzo va a venir Ainoa Arteta. Pero ya le digo que hay que contar con los artistas locales y lograr el equilibrio. Así que la base es programación para todos y poner en valor a nuestros artistas.

—¿Usted reconoce que el anterior concejal del área, Pep Tur, hizo algo bien? ¿Hay algo que le guste de lo que se hizo en la anterior legislatura?
—En mayo hubo elecciones y el pueblo de Ibiza decidió lo bien que lo habían hecho. El pueblo soberano los ha calificado y el pueblo soberano los ha puesto en el lugar que tiene ahora. Con independencia de lo que yo piense, hubo una gran mayoría de ciudadanos que pensó que no lo habían hecho bien.

—En 2024 usted ya dispondrá de un presupuesto hecho por su equipo dado que los seis meses desde junio de 2023 ha trabajado con el del anterior Gobierno. Al margen de los proyectos en infraestructuras, ¿cuáles serán los puntos fuertes?
—La prueba de que Triguero apuesta y confía mucho en cultura es que yo tengo para este año un presupuesto que es un 63% más que el del año anterior. El Patronato de Música, por ejemplo, tiene 80.000 euros más que en 2023. Hemos de pensar en gastar muy bien este dinero para que los ciudadanos lo puedan disfrutar al máximo.

—Ese gran presupuesto le permite hacer las cosas con ilusión. Por mucha ilusión que uno tenga, si no hay dinero, la cosa cambia.
—Usted lo ha dicho. La ilusión es básica para todo en esta vida, pero sobre todo en política. Si no estás ilusionada con tu trabajo, difícilmente llegas a ningún lugar. Además, tienes que ilusionar a tu equipo. El primer día que yo me reuní con ellos, les dije que si conseguía poner en ellos la semilla de la ilusión que yo tengo al comenzar esta etapa, éxito. Y pienso que hasta ahora lo hemos conseguido. Hemos hecho entre todos un programa con ilusión. Hacer un programa cultural no es fácil, depende de muchas cosas. Pero todo se ha hecho desde la ilusión, el cariño y las ganas de decir, al acabar el año, qué programa cultural más chulo hemos tenido.

—Usted es también concejal de Normalización Lingüística. ¿Qué le parece el acuerdo alcanzado entre su partido y Vox para incrementar la presencia del castellano en las aulas?
—La comunidad autónoma tiene un Estatuto de Autonomía. El Ayuntamiento tiene un reglamento y hay que cumplirlo. No lo vamos a cambiar. Como concejal de Cultura, yo no puedo salirme de cumplir con lo que toca. En el tema escolar, el Estatuto habla del 50% en una lengua y del 50% en otra.

—Pero eso no se cumple.
—Ya lo sé. Pero con hacer que se cumpla lo que dice el Estauto, ya estaríamos muy bien. Somos afortunados porque tenemos dos lenguas. Hagamos las cosas en esas dos lenguas porque para eso las tenemos.

—¿Y oficializar eso en el Ayuntamiento? Lo digo porque el Reglamento de Normalización Lingüística obliga a que todo se haga en catalán, a pesar de que esa no es la realidad ni de la sociedad ni del propio Consistorio.
—Nuestro reglamento dice que todo lo que salga del Ayuntamiento ha de ser en catalán. El ciudadano puede elegir, si hace una instancia, si la respuesta ha de ser en catalán o castellano. Pero si yo, como concejal, presento una documentación para el Pleno siempre es en catalán. ¿Quieres cambiar el reglamento? Cámbialo. Si no lo quieres cambiar, cúmplelo. Es así y aquí lo que hacemos es cumplirlo. A día de hoy no nos hemos planteado cambiarlo.

—¿Tiene también la responsabilidad sobre las bibliotecas. ¿Cuál es la situación ahora mismo?
—La de Can Ventosa se nos ha quedado pequeñita. Con la de ses Figueretes colaboramos. Pero la principal es la de Can Ventosa. Se nos ha quedado pequeña. Este edificio se inauguró en 1993 o 1995 y la ciudad ha crecido mucho desde entonces. Con los dos nuevos pisos, solucionamos el problema del Patronato de Música. Pero el de la biblioteca no. Es verdad que está muy bonita, tiene muchos fondos bibliográficos y la usamos para muchos eventos. Hay que ver qué pasa porque el Gobierno nos prometió la Biblioteca Nacional ya ni recuerdo cuándo.

—Para acabar, ¿va a poner fin al imperio del jazz?
—[Risas] El jazz es una expresión artística más y creo que, como concejal de Cultura, he de dar gusto a todo el mundo. Hasta este año, yo había ido poco a los conciertos de jazz. Pero después he ido a todos. Si a la gente le gusta el jazz, tienes que darles jazz. Lo mismo con el flamenco, la danza moderna, el ballet clásico o la ópera. El jazz tiene su público.

—Hay mucha gente a la que le gusta Bad Bunny. ¿Lo va a traer?
—Si tengo el dinero, ¿por qué no? La semana que viene vamos a hacer un encuentro de grafiteros. Cultura es muy amplia y tocamos todos los palos.

—Yo eso lo entiendo pero la gente en general también quiere a Bad Bunny o a Shakira.
—¡Es que para eso necesito el presupuesto del Govern! Se le puede pedir dinero. Todo depende del dinero que tengas, claro. También le hemos pedido ayuda al Consell para Patrimonio y nos han dicho que sí. Está claro que hay que pedir.