Imagen de archivo de una serpiente.

Antònia Maria Cirer, catedrática y doctora en Biología con numerosos trabajos de investigación sobre las sargantanes pitiusas e impulsora y coordinadora del voluntariado SOS Sargantanes., ha remitido un extenso informe a los cinco ayuntamientos, al Consell y al Govern sobre cómo está esta especie autóctona y la presencia de las serpientes, que hace 20 años que llegaron a Ibiza y Formentera. Cirer explica que actualmente existe mucha información por parte de las instituciones y organismos competentes y directrices muy claras desde hace una década sobre cómo actuar con las serpientes, razón por la cual «no se entiende cómo se ha agravado tanto la situación, ni cómo las serpientes invasoras han colonizado tan rápidamente toda la isla».

No es un problema nuevo
En este sentido recalca que no es un problema nuevo y que la evidencia desmiente el mensaje de que las sargantanes no están en riesgo cuando la evidencia constata que sí que lo están desde hace tiempo. «Las recomendaciones siempre han sido potenciar la actuación ciudadana, pero no se ha puesto a disposición un sistema unificado y gratuito de acceso de los voluntarios a las trampas, ni de reposición gratuita de ratones, ni de acompañamiento en el sacrificio de las capturas, ni información y ayuda a todo el que está dispuesto a colaborar», explica en el escrito, al tiempo que describe que el cambio de estrategia de este pasado verano es un error ya que se deberían haber mantenido las trampas estratégicas «aunque proporcionaran pocas capturas para evitar la extensión del área afectada». Cirer prosigue explicando que después de 20 años de la llegada de los ofidios a ls Pitiusas «estamos muy lejos de conseguir su erradicación, pero aún se pueden aminorar los efectos negativos que provocan».

En este sentido, pide una «estrategia global, clara y científicamente fundamentada con miles de trampas activas repartidas por toda la isla» y que estas trampas sean «completamente gratuitas; que se explique a la población qué estrategia se lleva a cabo, el por qué y cómo pueden colaborar. No sólo editar trípticos de escasa difusión y efectividad o publicitar un teléfono que no responde cuando se llama». Al mismo tiempo reclama que Consell, ayuntamientos y Govern «se coordinen para establecer una gran red de colaboración ciudadana, con mecanismos reales y gratuitos de reparto de trampas, reposición de ratones y asistencia para sacrificar las capturas. Con un canal de comunicación (teléfono) único y con respuesta asegurada para ayudar a los voluntarios y la población general». También piden un «centro de recuperación y actuación faunística al que pueda acudir el ciudadano a pedir material, ayuda o asesoramiento. De gestión pública, sin externalizar los servicios. Sa Coma ofrece una buena ubicación y espacio, pero siempre se ha desaprovechado». También quiere que hata zonas de «protección de fauna autóctona en pequeños lugares donde aún no han llegado las serpientes».