El sector hotelero pitiuso prevé una caída del 2% en la ocupación de septiembre respecto al año pasado

En este sentido, al tener en cuenta estos datos de septiembre, Ana Gordillo adelantó que octubre también se prevé muy positivo para la ocupación hotelera. Sin duda, la presidenta de los hoteleros de Ibiza y Formentera se mostró satisfecha al analizar el balance de la ocupación de este verano.

«Estamos bastante satisfechos. Los datos de alojamiento, aunque han oscilado un punto arriba, un punto abajo, han sido buenos», señaló. También habló sobre la bajada de junio con respecto al mismo mes del año pasado.

Cabe recordar que la ocupación hotelera bajó en junio un 4,5 % en Ibiza y Formentera. Una variación «sin importancia», ya que, según Ana Gordillo, Ibiza es un destino muy consolidado y un punto arriba o un punto abajo no desestabiliza los datos registrados de ocupación. «No podemos decir que ha sido una temporada mala. Todavía no están los datos de septiembre, aunque se prevé que los datos serán parecidos a los registrados durante este verano. Sí que se diferenciarán con los registrados en 2022», manifestó haciendo hincapié en que el año pasado fue una temporada «excepcional» debido a las ganas de viajar y gastar que tenía la sociedad.

Es por eso que, según Ana Gordillo, las variaciones de este año son «insignificantes» porque no «estamos hablando de una bajada del 10% sino de un punto o dos puntos». «La diferencia entre julio y agosto de este año con los meses del 2022 sólo ha sido de 1,5 % y cabe recordar que 2022 ha sido nuestra mejor temporada», explicó e indicó que, si no existiera este exceso de oferta ilegal de alojamientos en Ibiza, se hubiese registrado una mayor ocupación. «Nosotros no hemos batido récord de ocupación, pero los que sí han batido récord han sido los pasajeros desplazados. Si los hoteles no han notado un aumento de la demanda este año, ¿cómo puede darse esta situación?», resaltó con ironía haciendo hincapié en que el intrusismo y la oferta ilegal está proliferando año tras año y que la solución es implantar sanciones y penas muchos más contundentes.