El pleno del Consell d'Eivissa ha aprobado este viernes con los votos de los consellers del PP la modificación número 2 del Plan Territorial Insular (PTI) que, entre otras cuestiones, prohíbe de forma general el alquiler turístico en suelo rústico. «Es imposible conseguir una norma que guste a todos», apuntó el conseller de Territorio, Mariano Juan, tras destacar que en el texto se han incluido las propuestas y sugerencias de una veintena de asociaciones y entidades tras 36 reuniones. «Es una norma en la que todas las asociaciones se pueden ver representadas», añadió Juan antes de señalar que el resultado de las elecciones del 28 de mayo avala esta modificación que fue presentada en enero.
La excepción
La única excepción que prevé la norma son las estancias en casas payesas construidas antes de 1956 en ANEI (que no estén protegidas por LIC y ZEPA), que podrán alquilarse con un máximo de tres habitaciones durante 60 días al año con la condición de que el propietario viva en ella.
Sin embargo, la oposición no respaldó la propuesta del equipo de gobierno. El PSOE justificó su voto en contra asegurando que esta modificación «no era necesaria porque posibilita más construcción en fincas segregadas y se otorgan más usos a los sótanos». «Nos dan miedo que el campo se convierta en un suelo ajeno a la actividad agraria y la prohibición del alquiler turístico en rústico es un brindis al sol, se podría haber hecho de otra manera», apuntó el socialista Josep Marí Ribas. El portavoz del PSOE criticó que se hayan ampliado la posibilidad de segregar fincas de abuelos a nietos y de tíos a sobrinos así como el aumento de volumetría en las casas payesas y la ampliación de usos de los sótanos. «Se vuelven a dar facilidades para que se pueda construir en suelo rústico y éste tendría que estar lo más limitado posible», señaló Agustinet.
Por su parte, el conseller de Vox se mostró «tremendamente decepcionado» porque el PP «había prometido recuperar el PTI de 2005. Hay que meter este PTI en un cajón y empezar de cero», señaló Jaime Díaz de Entresotos. «Cuando el PP llega al poder asume los cambios progresistas. Es lo que llamamos la derechita cobarde. Esta modificación es una pequeña chapuza y lo que necesita el PTI son aclaraciones porque el texto es farragoso», añadió el portavoz de Vox, quien criticó que «apenas se ha escuchado a los propietarios rurales».
Mariano Juan admitió que el PP «ha flexibilizado su discurso y se ha adaptado a los tiempos. Nadie pensaba que prohibiríamos el uso turístico en suelo rústico y creían que volveríamos a los 1.500 m3 de volumen».
El conseller de Unidas Podemos, Óscar Rodríguez, ratificó que la postura de su grupo es la de no permitir más construcciones en suelo rústico y criticó que se incumpla la ley al no haber incluido en la modificación la zonificación de las Zonas de Alto Valor Agrícola (ZAVA) que fija la ley agraria. Ahora se abre un periodo de 45 días para presentar alegaciones al texto antes de su aprobación definitiva.
Líneas de bus
El pleno dio luz verde a uno de los últimos trámites para que se pueda licitar el servicio de autobuses regulares de la isla por un periodo de diez años. «Pienso que si todo va bien podríamos tener adjudicado el servicio en el invierno de 2024», pronosticó el conseller Mariano Juan, quien recibió las críticas de la oposición por el retraso en la puesta en marcha de las nuevas líneas regulares de autobús. «Estamos decepcionados por el retraso en el servicio de transporte público, que es tercermundista. Hay muchas quejas de los usuarios, muchas excusas y cuatro mejoras mal contadas. Confío en que continúa la gratuidad del servicio», señaló el conseller de Unidas Podemos, Óscar Rodríguez. En este sentido, los socialistas achacaron a «una decisión partidista» el retraso en la puesta en la adjudicación de las nuevas líneas de autobús.
Por contra, Mariano Juan justificó la decisión del equipo de gobierno en la pasada legislatura de rehacer las bases para que los usuarios del bus escolar «no estuvieran mezclados con turistas», como así lo había previsto el último gobierno progresistas, además de para devolver las paradas de bus en el centro de la ciudad de Eivissa, que tampoco estaban previstas. «Son dos medidas de sentido común y legítimas», apuntó Juan, quien anunció que en un par de semana los usuarios de las líneas de Santa Eulària y Sant Antoni que conectan con Vila podrán bajar en el centro de la ciudad y no sólo en el puerto y el Cetis.
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