Según han explicado las mismas fuentes, la construcción del anexo de servicios previsto en el proyecto no puede llevarse a cabo porque «por el subsuelo de esta zona pasan las redes eléctricas de ENDESA que suministran a gran parte del barrio a día de hoy». Esto provoca que tampoco podría «llevarse a cabo la actividad comercial y de mercado en el interior de sa Peixateria» prevista en el proyecto del gobierno del socialista Rafa Ruiz. Además, tal y como está planteado, «afectaría tambíen al Mercat Vell, que carecería de los servicios esenciales».
Ante esta situación, el gobierno del popular Rafa Triguero, ha decidido cambiar los usos inicialmente previstos en sa Peixateria. El anterior equipo municipal había previsto que este histórico espacio albergara seis puestos comerciales de pescado, carne y productos perecederos, además de producto local, de primera necesidad y gourmet, según anunció en 2022 el Consistorio en un comunicado.
Además, cuatro de estas paradas debían contar con cocina para ofrecer a los clientes «degustación de producto» y convertirse en un elemento de atracción para residentes y turistas. Sin embargo, nada de esto será ahora posible pues el Consistorio considera que lo más apropiado es destinar el inmueble a «usos socio-culturales que sirvan para dinamizar los barrios históricos con espacios de encuentro de la ciudadanía». «Teniendo en cuenta que el uso previsto en el proyecto no es acorde con el previsto en el PEPRI y que el proyecto carece de informe favorable de la Comisión de Patrimonio del Consell d'Eivissa», han señalado las fuentes municipales consultadas porPeriódico de Ibiza y Formentera, «se ha decidido cambiar de orientación. El Mercat Vell, no obstante, se mantendrá con el uso previsto, aunque será necesario redactar un nuevo proyecto».