El alto precio de los pisos ha obligado a recurrir a las plazas del Servicio de Acogida.

La vivienda y su cada vez más elevado precio se ha convertido en el principal problema de los residentes en Ibiza. Y entre los más afectados por esta situación se encuentran aquellos que necesitan del respaldo de la Administración para poder salir adelante. Así lo ha denunciado este jueves la concejal de Asuntos Sociales, Dolores Penín, que ha explicado que «aunque muchos de los usuarios estén logrando los objetivos que se les marcan, la dificultad de encontrar una vivienda a un precio asequible hace que tengan que continuar en el Servei Municipal d’Acollida».

El Ayuntamiento de Ibiza tiene en la actualidad 12 pisos para estas personas. En lo que va de año, han pasado por los mismos un total de 45 usuarios. Estos pisos, según ha recordado Penín, «están ocupados por personas o familias que requieren de un alojamiento provisional por una situación de vulnerabilidad temporal».

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Dos o tres plazas

Estos pisos tienen entre dos y tres plazas y en estos momentos, según ha indicado la edil, están todos ocupados. Sus usuarios son ayudados mediante un plan de intervención que, entre otras cuestiones, les ayuda a «generar ahorro para acceder a una vivienda» y a «activar recursos como la inscripción en el registro de demandantes del Ibavi, la búsqueda activa de vivienda y la mejora o inserción laboral».

El Servei d’Acollida Municipal, por otro lado, da también servicio a usuarios en situación de vulnerabilidad en sus instalaciones de la calle Vicent Serra. Se trata de un edificio en el que se ofrece un servicio de media y baja exigencia y que gestiona una empresa privada. En este caso, también están ocupadas ahora mismo todas sus plazas. Sus usuarios, según ha recordado Penín, «son personas que están en proceso de promoción e integración social con un plan diseñado por los técnicos».

En lo que va de año, han pasado por estas instalaciones unas 30 personas, cuyos procesos se revisan o actualizan cada tres meses. «Las estancias», ha señalado la concejal, «están en función del cumplimiento de los objetivos y el tiempo máximo es de un año, pero todo va en función del proceso y requiere de unos tipos acordes porque cada caso es individual».