Al maltrato físico y psicológico se suma el calvario derivado de los tiempos (?) judiciales. En noviembre de 2021 una víctima interpuso un recurso ante la Audiencia contra una sentencia de medidas paternofiliales dictada en Ibiza. La Audiencia admitió como prueba un repertorio de grabaciones en las que se demostraba un maltrato continuado. El recurso se incoó el 24 de enero de 2022. Once meses después, el 1 de diciembre, se acordó practicar la prueba: elaborar un informe sobre la capacidad parental de ambos progenitores. A fecha 9 de junio de 2023 la Audiencia requirió al Instituto de Medicina Legal de Ibiza para que informase sobre el estado del informe psicosocial... A fecha de hoy el caso sigue su tortuoso camino hacia una nueva estación del calvario judicial. Ya saben aquello de «la justicia que es lenta, no es justicia».
La Sal
El calvario judicial de una víctima de maltrato
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