Un momento de la mesa de debate que abordó la masificación o no de la isla de Ibiza. | Irene Arango

Ibiza debería apostar paulatinamente por la temporada turística de 12 meses. Ésta es una de las principales conclusiones que se ha extraído del debate turístico celebrado este jueves en el hotel Vibra Algarb de Platja d'en Bossa, en el que participaron la presidenta de la Asociación Española de Directores y Directivos de Hotel y Restauración y directora de Migjorn Suites & Spa, Alicia Reina; la directora Corporativa de Vibra Hotels, Silvia Álvarez; el subdirector general de Invisa Hotels, Vicente Torres, y el director de Turismo del Consell d'Eivissa, Juan Miguel Costa.

Torres señaló que «Ibiza tiene fundamentos para trabajar los 12 meses del año», algo que a su entender sería «deseable», aunque hace falta «voluntad» para ir alargando la temporada paulatinamente y elaborar «un proyecto a largo plazo para dotar de contenido esos meses».

12 meses

En esto coincidió Alicia Reina, que ha hecho hincapié en que «la necesidad agudiza el ingenio» por lo que si hubiese voluntad social y política para generar riqueza 12 meses y necesidad «trabajaríamos esos 12 meses».

De cualquier forma, insistió en la necesidad de generar reclamos que hagan que haya una dinamización de la sociedad y de la economía durante todo el año. «Hay que generar reclamos que aporten valor a la isla y hay que ser muy originales a la hora de generarlos», según matizó.

El director de Turismo del Consell apuntó, por su parte, que sería viable poder alcanzar una temporada turística de ocho o nueve meses, «aunque llegar a la de 12 meses es muy complicado».

En cuanto a la masificación que se viene denunciando en los últimos tiempos en la isla, los hoteleros aseguran que no se puede hablar de masificación turística, ya que no hay ningún estudio que lo confirme, aunque reconocen que sí que hay una sensación de «agobio» en los meses de verano. En este sentido, Alicia Reina aseguró que, más que de masificación turística, habría que hablar de «desequilibrio» ya que «ahora mismo no tenemos datos, vamos a ciegas y no sabemos si es un problema». Además, señaló que «aunque existe una sensación de agobio en los meses de verano, se trata sólo de una sensación y no podemos dejarnos llevar por ella, hay que conseguir datos».

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Asimismo, indicó que es imprescindible conocer la causa de esta sensación de masificación, «porque sin saber la causa no se puede afrontar el problema». Una causa que, bajo ningún concepto, es la oferta reglada, sino el intrusismo, que está creando un grave problema de turismofobia. «La causa no es el turismo reglado», según insistió, «sino el pirateo incontrolado, que es lo que tenemos que atajar, esa oferta ilegal y alegal que campa a sus anchas». Una oferta ilegal que, según datos aportados por Silvia Álvarez, de Vibra Hotels, se ha duplicado en cinco años y continúa en aumento.


Equilibrio

El director de Turismo del Consell reconoció que «no es fácil alcanzar el equilibrio», aunque resaltó la necesidad de poner sobre la mesa el techo de vehículos que pueden entrar a la isla o el techo de personas. Una solución podría ser la de «esponjar» el número de turistas que llegan en los meses de julio y agosto, y traspasarlos a otros meses del año.

De cualquier forma apuntó que «Ibiza tiene 100.000 plazas turísticas en funcionamiento, y una bolsa de 10.000 más que ahora está en standby por la Ley Turística del Govern balear. Somos la única isla en Baleares que en los últimos años no ha crecido en cuanto a plazas turísticas regladas o legales, por lo que está claro que el problema lo tenemos en la oferta ilegal que tenemos en la isla».

Costa insistió que, a día de hoy, el Consell no dispone de las herramientas para poder «atacarlo de lleno» porque, aunque se abren expedientes y se ponen sanciones a los que alquilan viviendas ilegalmente para uso turístico, «necesitamos poder cerrar esos pisos que se alquilan ilegalmente a turistas».

Sobre los retos de futuro que debe afrontar la isla, Juan Miguel Costa señaló que uno de los principales es «dar una calidad acorde a los precios que estamos dando a los clientes». Reina, por su parte, destacó que lo importante es que administraciones y empresas privadas se alineen «en el objetivo común de que la marca Ibiza siempre sea deseada». Y es que considera que «tenemos muchos palos en las ruedas para poder seguir ahí», especialmente los que pone el propio Govern balear «que reniega de nuestro modelo».

Otro de los retos es el de la movilidad, que pasa por que haya suficientes taxis para trasladar a lso visitantes, y finalmente «enamorar a los trabajadores y ser atractivos para ellos» para poder atraer a los mejores profesionales y apostar por la formación.

Finalmente, en cuanto a la sostenibilidad, los hoteleros han reconocido que es algo hacia lo que se ha estado trabajando desde hace tiempo, y que lo único que ha hecho el Govern es «cambiar el timing de los que estábamos haciendo». Reconocieron, a su vez, que la idea es alcanzar la sostenibilidad 360, que es la económica, la social y la medioambiental. «Si tengo un proyecto medioambiental que no se sostiene económicamente, tenemos un problema», manifesó la presidenta de los directores de hoteles, quien apostó a su vez por «proteger y apoyar» a los empresarios kilómetro cero.