La festividad del primero de mayo tiene su origen a finales del siglo XIX, cuando los trabajadores hacían jornadas de 12 a 18 horas en el contexto industrial de grandes fábricas. En Estados Unidos, el movimiento obrero iba creciendo y reclamaba la máxima de «ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso y ocho horas de ocio». Fue en el año 1868 cuando el presidente Andrew Johnson aprobó la jornada de ocho horas en la Ley Ingersoll para los empleados de obras públicas o los de oficinas laborales, no así para los trabajadores de las fábricas.
La ley contó con el rechazo del sector e, incluso, en algunos lugares se establecieron cláusulas que permitían aumentar la jornada laboral. Ante ello, el movimiento obrero se materializó el 1 de mayo de 1886, cuando se convocaron 307 manifestaciones a las que se unieron 88.000 trabajadores en Chicago, en ese momento segunda ciudad más poblada del país. Las manifestaciones se sucedieron en los siguientes días, pero también los altercados. El 4 de mayo, la Policía asesinó a ocho manifestantes después de que un explosivo hubiese acabado con la vida de siete miembros de las fuerzas de seguridad.
Ocho personas fueron detenidas como responsables del suceso y cinco de ellas fueron condenadas a muerte. Son los conocidos como ‘mártires de Chicago': el tipógrafo George Engel, el carpintero Louis Lingg y los periodistas Adolf Fischer, Albert Parsons y August Spies. Sin embargo, no fue hasta 1889 cuando la Segunda Internacional Socialista estableció el 1 de mayo como el día en el que se conmemoraba la jornada de ocho horas y las demandas del movimiento obrero.
En España se empezó a celebrar de manera oficiosa desde comienzos del siglo XX, aunque no se estableció como festivo hasta 1931, durante el régimen de la II República. Franco abolió el festivo tras el golpe de estado . Con la llegada de la democracia, se volvió a restablecer la festividad.
En otros países la fecha se celebra otro día del año. En Estados Unidos y Canadá el Labor Day es el primer lunes de septiembre; en Nueva Zelanda, el cuarto lunes de octubre; en Australia, cada estado federal decide la fecha de celebración: el primer lunes de octubre en el Territorio de la Capital Australiana, Nueva Gales del Sur y Australia Meridional; el segundo lunes de marzo, en Victoria y Tasmania; el primer lunes de marzo, en Australia Occidental; y el primero de mayo en Queensland y el Territorio del Norte.
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