Son las 20.30 horas de la tarde en el barrio de la Marina y el Mercat Vell de Ibiza. Sólo hay tres comercios abiertos en esta zona en medio de un silencio absoluto y oscuro que se rompe cuando el propietario de Petit Vermut, Salvador, sale de su local al escuchar pasos en la puerta. El panorama es tan desértico que incluso las pisadas pueden oírse sin esfuerzo. Los minutos pasan y varias personas sin hogar, que llevan bolsas de tela firmemente aferradas, empiezan a deambular si rumbo por estas calles vacías. No hay luz en las farolas, pero sí reina un aire frío y húmedo en el exterior. Muy cerca de los puestos del Mercat Vell está el operario Fernando, del servicio de limpieza urbana del Ayuntamiento de Eivissa, ultimando su ronda.
Se hacen las 21.00 horas y aparece un drogadicto callejeando la zona, pero ni rastro de las patrullas policiales encargadas del mantenimiento del orden y de controlar posibles disturbios civiles en la Marina. De repente, los únicos tres negocios abiertos empiezan a bajar sus persianas, provocando que este sector de la Marina quede oscuro y dejando que el silencio se apodere del Mercat Vell, como si fuera un eco mudo. Pasan los minutos y aumenta la presencia de personas sin hogar en la zona mientras Periódico de Ibiza y Formentera charla con los tres únicos comerciantes de la plaza. «Hay mucha gente sin techo que duerme en los puestos del mercado. Por la mañana temprano se van y lo dejan todo mugriento», señala Salvador, el propietario de Petit Vermut.
Sexo y drogas
Este comerciante explica que no sólo hay suciedad, sino que también se consume drogas y sexo, generando una situación de «inseguridad» e «insalubridad» que las diferentes entidades del Colectivo de Comerciantes han denunciado a través de un escrito y una recogida de firmas enviada al Ayuntamiento de Eivissa. En este sentido, según los comerciantes y vecinos del Mercat Vell y de La Marina, los puestos se convierten por las noches en un centro de reunión de drogadictos y maleantes. «Son personas que se reúnen a consumir sustancias estupefacientes e ilegales, generando ruidos molestos y peleas. Nos vemos obligadas a limpiar nosotras mismas todos los objetos que dejan por las noches como envoltorios y restos de diferentes desechos nocivos para la salud», explicó Rosa Marí, paradista del Mercat Vell y una de las comerciantes que ha puesto en marcha esta iniciativa. Tanto ella como Pepita Ramis, que tiene su puesto de fruta y verdura en el Mercat Vell desde hace años, llevan tiempo denunciando esta situación, exigiendo que se incremente la vigilancia policial nocturna en la plaza.
Una vigilancia que, según Salvador, se está notando en los últimos días. «Lo mismo ocurre con la limpieza. El Ayuntamiento ha empezado a destinar más recursos para tal fin», señala. No opinan lo mismo Dulce y Juan Torres, propietarios de Can Font. Ambos señalan que desconocen si existe vigilancia nocturna. De lo que sí tienen constancia es que por las noches hay personas que «se pinchan» en el puesto de la verdura. «Pasan dos patrullas durante el día, pero no llegan a pararse. Nosotros cerramos sobre las 20.30 horas y no hemos visto a ningún coche policial sobre esas horas», explica Dulce, mientras Juan Torres destaca que este aire de devastación que trasmite la zona es responsabilidad de los comerciantes por cerrar sus negocios durante el invierno.
«La culpa es del empresario»
«El problema es del empresario porque cuando llega octubre cierran sus locales y se van. Quién va a venir aquí a cenar. Con decirte que somos el único local que ofrece un café con leche a estas horas en toda la zona. Estamos hablando de la Marina; no puede ser que todo esté tan abandonado», lamenta este hombre con indignación. En esta línea se muestra también el propietario de un local italiano ubicado en esta zona.
Señala que a partir de las 23.00 horas este lugar se llena de yonquis que, en varias ocasiones, se cuelan por la parte de atrás del local. «Se han llegado a meter en el baño del restaurante y han llegado a quitarnos parte del decorado del bar», subraya este italiano resaltando como Juan Torres que, en verano, debido a la multitud y el ambiente que hay en la Marina no sucede nada de esto. También puntualiza que se cuelan a través de la muralla que encierra el barrio de Dalt Vila. Los comerciantes se van y el operario Fernando ha terminado su ronda. Las aceras siguen vacías y el barrio es una inmensa cueva oscura. «Dentro de unas pocas horas, empezará a venir gente maleante a esta zona de la Marina», apuntó este trabajador en el silencio de la noche.
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Leopold Llombart
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Hace un año
@Nn. No los culpo. Constato el hecho. Esta circunstancia, la no apertura de establecimientos en invierno por considerar que el beneficio, al compararlo con el del verano, no les compensa o no le es suficientemente atractivo, hace que el barrio no resulte atractivo para potenciales visitantes.
Leopold LlombartSe nota que no has leído la noticia, ya que en ella se recoge el testimonio de una persona que culpa a los comerciantes que cierran en invierno. Además, pareces no ser muy coherente, ya que tú mismo has publicado un comentario unas horas antes culpando a los comerciantes que cierran en invierno.
A Nn. No he visto que nadie culpe a los comerciantes de que la zona esté llena de Yonkis. La droga se instaló hace mucho tiempo en Sa Peña. Daba gusto pasear por Sa Peña en los años 60, un barrio de marineros. Pero evolucionó a peor como tantísimos barrios en casi todas las ciudades de España. No creo que sea fácil combatir esa lacra porque está extendida por todo el mundo. Hay que combatir la droga, no sus víctimas. Han pasado gobiernos de todos los colores en España y en Ibiza, y el problema no se ha resuelto. En la Marina, si no se abren los negocios en invierno porque el beneficio obtenido no compensa al compararlo con el del verano no hay solución. Habría que modificar la legislación y condicionar las licencias de actividad obligando a la apertura de los negocios unos tiempos mínimos a la semana.
Con la de leyes que se crean al año y no crear una que obligue a cualquier negocio a tener una actividad mínima al año de 11 meses. ¿que no te interesa? pues te dedicas a la petanca. Si a ti solo te interesa dar servicio de abril a octubrem igual deberíamos hacer lo mismo contigo el resto de sectores y cuando necesites de mayo a septiembre un mecánico, un carpintero, un contable o un médico encontrarte con que estamos tumbados en una hamaca en Tailandia. Ibiza en invierno es un cementerio con el 60% de sus negocios cubiertos de plásticos y cristales teñidos.
¿De verdad nadie sabe de quién es la culpa de que la zona este llena de yonkis?¿De verdad se le echa la culpa a los comerciantes que cierran en invierno? Por lo que veo, falta valor para culpar a los verdaderos responsables de la droga en esa zona y se utiliza a los comerciantes como cabeza de turco.
Gentrificación es lo que define a este barrio. Es un nuevo tipo de gentrificación temporal, en la que burgueses y extranjeros adinerados, viven en este barrio solo durante la temporada turística. De forma que los negocios de toda la vida, ya no viven de los vecinos, ya que estos no existen, por lo que permanecen cerrados.
Barrios medio vacíos en los que la vivienda es un "activo tangible" más que un hogar en el que viven las personas.
Esto está pasando en muchas zonas de España y a nivel de internacional.
Conozco muy bien la Marina y sus negocios "estafa" para turistas: pizza de jamón a 28 euros (Il Dek Bistrot), una tostada y un zumo por 18 (Mar y Sol), y ropa barata sintética vendida a precio de lujo (tienda In Touch). Los únicos que nosos salvan y dan vida al barrio son las farmacias, el estanco, la lotería, el bar Estrella, el comidas San Juan y por supuesto el mejor, Juanito de CAN FONT. ¡Los resistentes del barrio!
Conozco muy bien la Marina y sus negocios "estafa" para turistas: pizza de jamón a 28 euros (Il Dek Bistrot), una tostada y un zumo por 18 (Mar y Sol), y ropa barata sintética vendida a precio de lujo (tienda In Touch). Los que únicos nos salvan y dan vida al barrio son las farmacias, el estanco, la lotería, el bar Estrella, el comidas San Juan y por supuesto el mejor, Juanito de CAN FONT. ¡Los resistentes del barrio!
La falta de verdaderos profesionales en las administraciones publicas es el claro resultado de estas situaciones.
Lamentablemente toda la isla sufre por lo mismo a todos los niveles, sanidad y servicios sociales, seguridad, urbanismo, gestión de los recursos y sostenibilidad, etc etc.
Hay falta de visión e interés de querer realmente resolver estos temas.
Al final cómo es posible que en una isla de dimensiones relativamente pequeñas como Ibiza, con una población censada de 160.000+ haya 5 ayuntamientos y un consell??
Ni existe en el mundo un lugar estructurado de esta manera. Por tanto, es fundamental y urgente una reestructuración total de las administraciones.
Una sola entidad seria mas que suficiente para gestionar adecuadamente y eficientemente las necesidades de la población y de los visitantes.
15 comentarios
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@Nn. No los culpo. Constato el hecho. Esta circunstancia, la no apertura de establecimientos en invierno por considerar que el beneficio, al compararlo con el del verano, no les compensa o no le es suficientemente atractivo, hace que el barrio no resulte atractivo para potenciales visitantes.
Leopold LlombartTotalmente de acuerdo
Leopold LlombartSe nota que no has leído la noticia, ya que en ella se recoge el testimonio de una persona que culpa a los comerciantes que cierran en invierno. Además, pareces no ser muy coherente, ya que tú mismo has publicado un comentario unas horas antes culpando a los comerciantes que cierran en invierno.
A Nn. No he visto que nadie culpe a los comerciantes de que la zona esté llena de Yonkis. La droga se instaló hace mucho tiempo en Sa Peña. Daba gusto pasear por Sa Peña en los años 60, un barrio de marineros. Pero evolucionó a peor como tantísimos barrios en casi todas las ciudades de España. No creo que sea fácil combatir esa lacra porque está extendida por todo el mundo. Hay que combatir la droga, no sus víctimas. Han pasado gobiernos de todos los colores en España y en Ibiza, y el problema no se ha resuelto. En la Marina, si no se abren los negocios en invierno porque el beneficio obtenido no compensa al compararlo con el del verano no hay solución. Habría que modificar la legislación y condicionar las licencias de actividad obligando a la apertura de los negocios unos tiempos mínimos a la semana.
Con la de leyes que se crean al año y no crear una que obligue a cualquier negocio a tener una actividad mínima al año de 11 meses. ¿que no te interesa? pues te dedicas a la petanca. Si a ti solo te interesa dar servicio de abril a octubrem igual deberíamos hacer lo mismo contigo el resto de sectores y cuando necesites de mayo a septiembre un mecánico, un carpintero, un contable o un médico encontrarte con que estamos tumbados en una hamaca en Tailandia. Ibiza en invierno es un cementerio con el 60% de sus negocios cubiertos de plásticos y cristales teñidos.
¿De verdad nadie sabe de quién es la culpa de que la zona este llena de yonkis?¿De verdad se le echa la culpa a los comerciantes que cierran en invierno? Por lo que veo, falta valor para culpar a los verdaderos responsables de la droga en esa zona y se utiliza a los comerciantes como cabeza de turco.
Gentrificación es lo que define a este barrio. Es un nuevo tipo de gentrificación temporal, en la que burgueses y extranjeros adinerados, viven en este barrio solo durante la temporada turística. De forma que los negocios de toda la vida, ya no viven de los vecinos, ya que estos no existen, por lo que permanecen cerrados. Barrios medio vacíos en los que la vivienda es un "activo tangible" más que un hogar en el que viven las personas. Esto está pasando en muchas zonas de España y a nivel de internacional.
Conozco muy bien la Marina y sus negocios "estafa" para turistas: pizza de jamón a 28 euros (Il Dek Bistrot), una tostada y un zumo por 18 (Mar y Sol), y ropa barata sintética vendida a precio de lujo (tienda In Touch). Los únicos que nosos salvan y dan vida al barrio son las farmacias, el estanco, la lotería, el bar Estrella, el comidas San Juan y por supuesto el mejor, Juanito de CAN FONT. ¡Los resistentes del barrio!
Conozco muy bien la Marina y sus negocios "estafa" para turistas: pizza de jamón a 28 euros (Il Dek Bistrot), una tostada y un zumo por 18 (Mar y Sol), y ropa barata sintética vendida a precio de lujo (tienda In Touch). Los que únicos nos salvan y dan vida al barrio son las farmacias, el estanco, la lotería, el bar Estrella, el comidas San Juan y por supuesto el mejor, Juanito de CAN FONT. ¡Los resistentes del barrio!
La falta de verdaderos profesionales en las administraciones publicas es el claro resultado de estas situaciones. Lamentablemente toda la isla sufre por lo mismo a todos los niveles, sanidad y servicios sociales, seguridad, urbanismo, gestión de los recursos y sostenibilidad, etc etc. Hay falta de visión e interés de querer realmente resolver estos temas. Al final cómo es posible que en una isla de dimensiones relativamente pequeñas como Ibiza, con una población censada de 160.000+ haya 5 ayuntamientos y un consell?? Ni existe en el mundo un lugar estructurado de esta manera. Por tanto, es fundamental y urgente una reestructuración total de las administraciones. Una sola entidad seria mas que suficiente para gestionar adecuadamente y eficientemente las necesidades de la población y de los visitantes.