El puesto de Marilina en el Mercat de Santa Eulària

En una época de subida de precios generalizada por efecto de la coyuntura internacional, el producto local está permitiendo a muchas tiendas y puestos de frutería de mercados mantener los precios de determinados productos a raya. La competencia con las grandes superficies hace que cada vez les sea más complicado mantenerse, pero los que lo hacen compiten con lo que tienen y el producto local se ha convertido en un aliado por su calidad y precio.

Lo comenta en el mercado de Santa Eulària Noelia. «Al tener mucho producto local nuestro podemos equilibrar un poco. El calabacín ha estado carísimo en los supermercados y nosotros lo tenemos a 1,95, porque lo producimos nosotros». Así con tantas otras hortalizas que se producen en Ibiza.

La subida de precios indica que no ha afectado de manera generalizada al consumo. Si bien «hay personas que miran un poco más lo que compran», en general esta frutera ve que la gente prefiere «comer un producto bueno aunque sea en menos cantidad».

Cada vez el consumidor es más consciente de la importancia de la alimentación y Noelia lo ejemplifica con la coliflor, un producto que dice que sigue caro, por encima de los tres euros, pero que llegó a los 5,45 euros. «La gente a pesar de todo la compraba, porque la quería».

Es en estos productos que vienen de fuera donde las tiendas pequeñas tienen más problemas para ajustar precios. «Hacemos lo que podemos», indica Marilina en su puesto, «con la competencia de las grandes superficies no podemos a veces hacer nada. Hemos llegado a vender a pérdida».

Confirma que pueden ajustar algo más con su producción propia, pero indica que la inflación también les afecta. «Con los precios a los que se han puesto los abonos, los sulfatos, los planteles, la luz, la gasolina… todo, no podemos hacer mucho».

En su puesto lucen los productos de hoja verde, propios de esta época, que son los que mejor precio tienen por ser de temporada. Es época de brócoli, col, espinacas o acelgas.

Federico, pescadero, indica que ha subido todo. Incluso el pescado local ha subido un 10% debido al incremento de precio de combustible y suministros. También apunta a las grandes superficies como su gran competidor. «Aquí nos ha matado, lo puedes ver en la cantidad de puestos vacíos», efectivamente más de la mitad de los puestos del mercado están cerrados, «los que estamos sencillamente aguantamos». Calcula que el consumo en este mercado ha bajado un 45% en los últimos años.

En la pescadería está de temporada la raya y el pargo, «es lo que sacan los llaüts pequeños». Luego los barcos de arrastre ofrecen otros pescados. Dice que la gente de Ibiza suele tener aprecio por el pescado de la Isla, indicado con la etiqueta Peix Nostrum.

Sin ‘pebrassos'

La falta de lluvias durante estos meses ha provocado una escasez generalizada de setas, que ya deberían brotar en los bosques de Ibiza y, sin embargo, brillan ahora mismo por su ausencia.

Un problema generalizado que está provocando que en el lugar más fácil para encontrar pebrassos, en la frutería, los precios hayan alcanzado niveles pocas veces vistos. «No hay aquí, pero es que casi no hay en ningún sitio», explica Noelia, que los tiene en tres formatos a 22, 32 y 42 euros. «Además, años antes te dejaban devolverlos si estaban mal, ahora te dicen que es lo que hay».

Vienen de Barcelona o de Valencia, recogidos en los Pirineos. Un producto caro, pero que adquieren porque se vende. Marilina los vendía ayer a 34 euros y dice que hay clientes que compran, eso sí, pocos. «Cogen los que necesitan para hacer un arroz o un guiso».

Consumo local en las Pitiusas

Todo esto se lo han contado esta mañana a la consellera de Agricultura, Pesca y Alimentación, Mae de la Concha, que ha visitado junto al director insular de Medio Rural y Marino, Joan Marí y al primer teniente de alcalde de Santa Eulària, Miquel Tur, el Mercat de Santa Eulària.

La consellera indicó que en Ibiza y Formentera han detectado un auge de gente joven incorporándose al sector agrícola que va unido a un «un porcentaje alto del consumidor de Ibiza que quiere este producto local que hace que esta nueva actividad sea rentable».

Un movimiento circular que está fomentando el incremento del producto local en la isla, dado que se incrementa la oferta al tiempo que existe una demanda también en alza. Ayuda también a mantener este consumo en los mercados el consumidor extranjero que reside en la isla, «son buenos clientes, muy concienciados y a los que les gusta mucho esta oferta de producto local».

Expresó su preocupación por la situación que le habían planteado los paradistas, sobre todo referida a su dificultad para competir por las grandes superficies. «Nos pasa a menudo que dejamos que se mueran cosas, quizás porque no somos conscientes de lo importantes que son desde un punto de vista sociológico y de comunidad. Los mercados, para mí, son un elemento de interés general». En este sentido mencionó su importancia para la gente mayor que no dispone de vehículo y depende de estos negocios de cercanía «y si no los tienen se ven abocados a acabar en una residencia».