«Que una miel sea de Ibiza debe recordar gustativa y olfativamente al paisaje de Ibiza»

— ¿Qué va a enseñar en este curso de apicultura?
— El curso abordará los protocolos de actuación de revisiones de colmena cara al invierno.

— ¿Qué importancia tiene esta labor previa al invierno?
— El otoño es una época importantísima. Es cuando empieza realmente la campaña apícola. Si las abejas comen bien en otoño engordan y crían una generación de abeja joven que es la que va a aguantar el invierno. Una abeja vive aproximadamente un mes y medio en época de actividad, pero las que entran en el invierno, como no hay actividad, tienen un periodo de vida de tres meses más o menos. El que la colmena en otoño coma bien, la abeja engorde y acumule reservas de miel y polen, significa que esas abejas van a aguantar muy bien el frío del invierno.

— ¿Qué peculiaridades tendría Ibiza en cuanto a estas labores?
— En Ibiza el invierno es quizás menos problemático. La abeja proviene de zonas donde el invierno es algo más frío y tiene ese ritmo circadiano que le lleva a acumular reservas para generar una renovación poblacional de abeja joven, para que cuando llegue la primavera las abejas que han muerto de viejas en invierno no sean la mayoría. Que quede un núcleo de población lo suficientemente importante como para poder arrancar la colmena con las floraciones de romero o de almendro de principios de primavera, que en esta zona se da a partir del mes de enero.

— La labor entonces del apicultor es importante en una época en la que las abejas no tienen alimento.
— Tiene que colaborar con la colmena antes del invierno para que tenga suficientes reservas acumuladas y población suficientemente joven para poder arrancar en primavera. Si la colmena ha pasado un mal invierno, ha disminuido mucho de población porque estaba muy envejecida, no tendrá fuerza suficiente en primavera como para crecer rápidamente y hacer cosecha. Es muy importante el otoño, con la floración del algarrobo, la altabaca o el brezo de invierno. El apicultor tiene que estar muy atento para controlar si realmente en las colmenas entra suficiente comida y reservas para pasar el invierno o debe suplementar con algún tipo de alimentación.

— ¿Qué otros aspectos se deben cuidar?
— El otro tema importante sería el saneamiento. Desde 1985 tenemos un plaga de un parásito, la varroa, que es una especie de garrapata. Se engancha a las abejas, se reproduce y se queda en la colmena. Este ácaro tiene un ciclo de reproducción dentro de la colmena a costa de las crías de las abejas después de pasar por los adultos. Es importantísimo ahora controlar a la varroa. Si no se controla la varroa, esta va a ser otro inconveniente a la hora de sobrevivir al invierno. Es muy importante revisar la situación de varroa en la colmena y hacer un tratamiento de control en caso de que sea necesario.

— En el sector primario existen actualmente en muchas zonas de España problemas respecto a las nuevas incorporaciones, ¿cómo está este tema en el campo de la apicultura?
— Yo no trabajo mucho en ese tema. Me dedico más a trabajar con explotaciones que ya están en marcha y asesoramos a algunas que, es verdad, están arrancando ahora y nos piden que les acompañemos en el proceso inicial de constitución y puesta en marcha de la explotación. Así que no te podría dar números, pero mi impresión impartiendo formaciones es que hay muchas incorporaciones. Vemos a mucha gente joven con ganas y una buena formación que están cambiando el rostro de la apicultura.

— Ibiza está en la última fase para la obtención de su propia Denominación de Origen Protegida (DOP), ¿qué le aportará esto a la miel de la isla?
— Garantizará al consumidor que la miel de Ibiza que consume, sea realmente de Ibiza. La miel es un producto muy bueno en general, sea de dónde sea, pero se producen fraudes en ese aspecto, vender una miel de un sitio diciendo que es de otro sitio. La insularidad tiene un coste mucho más elevado de producción que la Península. Si en la Península tenemos un problema de floración en un sitio, cogemos las colmenas, las metemos en un camión y las podemos trasladar a centenares de kilómetros. Con esa facilidad podemos hacer hasta tres cosechas al año cambiándolas a lugares en los que haya llovido más. Eso no se puede hacer en las islas. Además, todo el material es más caro por el transporte. Los costes de producción son más elevados y por tanto la miel tiene un precio más alto. Por eso es muy importante para Ibiza tener esa marca de calidad que avale que lo que se dice en la etiqueta es cierto, que esa miel es de Ibiza.

— ¿Qué la diferencia de otras mieles?
— El que la miel sea de Ibiza no es un tema exclusivamente geográfico, sino que tiene unas connotaciones de vegetación, de espacios naturales, que en otras zonas no se dan. En la Península se dan muchas mieles de cultivo, mientras que la miel de Ibiza no es una miel de cultivo, es una miel de entorno natural. Cada miel es un paisaje, porque cada miel se ha producido con las plantas de un entorno de alrededor de un kilómetro. El decir en la etiqueta que una miel es de Ibiza, es rememorar gustativa y olfativamente el paisaje de Ibiza. Es proteger el paisaje de Ibiza.

— ¿Cree que la miel de Ibiza puede tener recorrido en otros lugares como, por ejemplo, tiene la miel de la Alcarria?
— Hay un tema básicamente de cantidad. La Alcarria ha llegado a producir 100.000 kilos de miel en un año. No se puede alcanzar en Ibiza ese nivel de producción. Sólo con el consumo interno creo que la miel de Ibiza puede funcionar. No hay volumen para salir. Pero de lo que se trata es que cuando la etiqueta de una miel ponga Ibiza y el consumidor quiera adquirir miel de Ibiza, el paisaje que se encuentre dentro de esa miel sea Ibiza.