Entonces, ¿has terminado la carrera y estás trabajando o estás de prácticas? ¿por qué haces esto para ganar 1.200 euros si puedes estar ganando 2.000? ¿te merece la pena estos dos años de formación? Estas son algunas de las preguntas escépticas que han tenido que escuchar las enfermeras residentes en medicina familiar y comunitaria del Área de Salud de Ibiza y Formentera.
El motivo es que estas cuatro enfermeras interinas residentes (EIR), que finalizarán su formación este mes de septiembre, han formado parte de la primera promoción de una especialidad relativamente nueva cuya unidad docente multiprofesional se acreditó en España en 2011. No obstante, esta hornada de profesionales ha llegado pisando fuerte a la isla, puesto que todas las enfermeras continuarán su carrera laboral en las Pitiusas.
Una maleta llena de sueños
Uno de estos rostros sanitarios pertenece a Julia Raya. Una joven sevillana que llegó a Ibiza en 2020 con la maleta llena de sueños y aspiraciones y hoy, dos años después, se ha convertido en una de las cuatro enfermeras que dará un gran impulso a la calidad asistencial en Ibiza.
«He trabajado sobre todo en el centro de salud Es Viver, que es donde se realizan las consultas de la Unidad de la Atención a la Mujer. También he hecho rotaciones en Can Misses y en Cala de Bou, pero han sido servicios de poca duración», explicó esta profesional junto a su tutor, el enfermero especializado en enfermería familiar y comunitaria José Ramón Cánovas. Este hombre, que acabó su formación en Cartagena en el año 2015, es uno de los culpables de que estas enfermeras pioneras se puedan especializar en este campo. «Cuando llegué hace seis años me pregunté por qué no se había implantado este servicio y se lo comenté al Subdirector de Enfermería de Atención Primaria en Can Misses, éste me dijo que no existía suficiente capacidad para implantar esta especialidad», relató mirando directamente a Julia, el entendimiento entre ambos era completo.
No obstante, un año después esta unidad iba cobrando vida en Ibiza y desde la Gerencia le encargaron a José Ramón Cánovas que estableciera el programa formativo para esta primera promoción de enfermeros en medicina familiar y comunitaria. «Tuvimos la mala suerte de empezar en plena pandemia. Esta situación me daba mucha pena porque todas las asistencias estaban relacionadas con la covid. Esto nos limitó mucho al principio», subrayó la joven sevillana a Periódico de Ibiza y Formentera. Sin embargo, las semanas pasaban y estas cuatro enfermeras empezaron a realizar diversas rotaciones y actividades formativas en Can Misses y los diferentes centros de salud que, sin duda, les permitió desarrollar su potencial para aprender de los profesionales de cada servicio. En el caso de Julia realizó una rotación externa en la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil del centro de Vila y también por las unidades de hospitalización a domicilio, entre otros periodos formativos.
La posibilidad de poder abarcar tantos escenarios muestra, según la enfermera Belén Precioso, compañera de promoción de Julia, lo «potente» que es Atención Primaria en Ibiza. En este sentido, Belén apuntó: «He estado rotando por diferentes áreas de Can Misses. Entre ellas, la unidad de heridas, ostomías y pie diabético. También he pasado por Cardiología, Pediatría y por la Unidad de Salud Mental. Tampoco podré olvidar la rotación en el Servicio de Cuidados Paliativos».
Esta sanitaria de Albacete, que estudió el Grado de Enfermería en Murcia, considera que es una de las residentes que más ha aplicado, durante su formación, la educación sanitaria y promoción de la salud en aras de mejorar la comunicación con los usuarios. «Hemos realizado actividades que han permitido involucrar a los pacientes a través de diferentes talleres», explicó Belén mientras su tutora Estela Terrer asentía sus palabras con satisfacción.
Echar a volar
La admiración era palpable en su cara, su joven residente estaba preparada para echar a volar por sí sola. «He intentado transmitirle toda mi experiencia. Cuando me dijeron que iba a ser docente de una enfermera de esta primera promoción me emocioné mucho. Me ha hecho mucha ilusión poder especializar a Belén, desde el principio he intentado que lo absorbiera todo», puntualizó Estela mientras señalaba un pequeño mural colocado en la puerta de esta sala del centro de salud de Vila.
Este dibujo, que contiene imágenes de estados de ánimo, permite a los pacientes reflejar sus emociones al finalizar la visita. «Nuestro objetivo es cambiar la visión de la consulta. También tenemos un rincón del tabaco y otro de la alimentación», puntualizó la tutora de Belén mientras recorría con la mirada toda la habitación. Señaló que gracias a estos pequeños rincones de salud, donde se comparte información relacionada con la educación sanitaria, se pueden prevenir enfermedades.
Sin duda, para los especialistas de Atención Primaria, la relación médico- paciente juega un papel realmente importante en la práctica de la medicina. Es por eso que ambas se sienten muy orgullosas y satisfechas por los proyectos realizados, especialmente por el Taller de Rutas Saludables orientado a los usuarios. Se trata de diversos recorridos por diferentes entornos de la isla como parques o playas. Además, según Estela, aprovecharon las dotes de bailarina de Belén para incluir dentro de esta actividad varias clases de baile a los pacientes. «Han llegado a participar 40 personas. Somos el único centro de salud de las Pitiusas que tiene este taller», apuntó.
Esta valenciana, apasionada por la docencia y la investigación sanitaria, lleva 20 años trabajando en Atención Primaria, pero reconoció que, durante estos dos años, sus emociones a flor de piel afloraron a través de estas actividades en plena pandemia. Sensaciones que también compartieron Julia Raya y su tutor José Ramón Cánovas que, al igual que Estela, también está muy satisfecho con su trabajo: «Al ser la primera promoción han tenido que pagar el pato, pero estoy orgulloso de ella», explicó mirando de reojo a su ‘pupila'.
Falta de recursos
Justo en ese momento, la joven sevillana reconoció que, aunque llegó ilusionada, pensó que al ser una isla pequeña los centros no contarían con los recursos necesarios que sí tuvo durante sus prácticas en Sevilla.
«Creía que aquí no tenían los servicios sanitarios más específicos», subrayó. Destacó que es cierto que, por ejemplo, el hospital no tiene una Unidad de Neurología avanzada, pero la atención al paciente en el día a día es «inmejorable», puesto que en Ibiza los residentes tienen más relación con el resto de departamentos sanitarios que en otras ciudades. Mientras esta joven hablaba, su ex tutor y ahora compañero asentía a sus palabras y añadió: «Ella aprendió de mí durante los primeros meses, pero yo de ella durante este segundo año», puntualizó José Ramón.
Sin duda, la figura de estos docentes ha sido clave para poder ‘retener' y fidelizar a las enfermeras de esta primera promoción de medicina familiar y comunitaria. Una fidelización profesional que supone un éxito para el Área de Salud de Ibiza y Formentera. «Es muy importante que los sanitarios se quieran quedar aquí una vez terminen su formación. Estamos muy contentos de que las cuatro enfermeras quieran continuar su carrera en Ibiza», señalaron desde la Gerencia. Además, señalaron que la mayoría de residentes que han finalizado su formación este año sí han aceptado los contratos de trabajo.
«Han finalizado 14 profesionales: 10 se quedan seguro en Ibiza, y otros dos sanitarios se lo están pensando. Alrededor del 80% continuarán», apuntaron con satisfacción.
3 comentarios
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a ver se quedaran si les sale rentable quedarse en cuanto a la relación calidad de vida, vivienda y sueldo, si no les sale rentable se marcharan......
Es decir, un porcentaje altísimo, más que en muchos otros destinos. A ver si va a ser que no se está tan mal...
Seguro que no les han exigido el título de catalán