El grupo de mujeres aplauden en lengua de signos estirando y girando las muñecas, este sábado, en Vara de Rey. | Irene Arango

Mimetizadas en blanco con el paisaje de la isla. Así esperaban exultantes las doce mujeres, la mayoría procedentes de Mallorca, justo donde estaba antes el mítico reloj de Vara de Rey. Al llegar, Fina Roig, vicepresidenta de la Asociación de Sordos de Ibiza y Formentera, empezó a realizar círculos a la altura de su pecho con la mano derecha en forma de saludo.

Rápidamente, primero por medio de gestos y después sirviéndose del dispositivo móvil, mostró una de las últimas noticias más importantes para este colectivo. Hace tres días se publicó el logro de una de las reivindicaciones más defendidas por esta entidad y por la Federación de Personas Sordas de Balears (FSIB): «Cuatro colegios de Ibiza tendrán por primera vez intérpretes en lengua de signos».

Mayor integración

«Estamos muy contentas de que algunas escuelas de la isla puedan contar con intérpretes. Poco a poco conseguiremos una mejor integración educativa, pero todavía queda mucho por hacer», escribió Fina con letras grandes a través de su dispositivo. En este sentido, puntualizó que aunque la contratación de estos profesionales en los colegios es una gran noticia, también es importante que estas personas puedan brindar al alumno con discapacidad auditiva una buena atención. Un trato personalizado al alumnado sordo de las Pitiusas que aumentaría la inclusión educativa de estos jóvenes con problemas de audición.

Reencuentro

Fina Roig, Paquita Orvay, Magdalena Cabrer, Juanita Roig, Antonia Pericas, Paquita Fort, María Yern, Margarita Pons, Isabel Paredes, Antonia López, Margarita Fuster y Antonia Vidal. Estas mujeres fueron alumnas de las primeras promociones del Colegio La Purísima de Palma, el único centro de Baleares que permitía la escolarización de alumnos con problemas auditivos.

«Yo soy de Ibiza, pero cuando era una niña me tuve que ir a Mallorca porque aquí no podía acceder a una educación inclusiva, en igualdad de condiciones con el resto», subrayó Paquita Orvay durante el intervalo de descanso. El grupo explicó que una de las paradas del trayecto, que les hacía mucha ilusión, era la visita al centro de interpretación Madina Yabisa, un espacio interactivo que narra la historia de la isla de Ibiza. En este sentido, Fina señaló emocionada que intentan realizar este viaje cada dos años, un encuentro que sirve para reivindicar a través de un recorrido simbólico las necesidades de las personas sordas, especialmente en el ámbito educativo.

No obstante, reconocen que la situación ha mejorado mucho desde que finalizaran las primeras promociones de estudiantes de La Purísima para personas sordas. «Llevamos muchos años de lucha para hacer realidad los derechos de las personas sordas en Baleares», señaló.

Asimismo, Fina explicó que hay más de 100 personas en la isla con alguna discapacidad auditiva, pero puntualizó que «todos pueden leer y pueden conducir. También podemos leer los labios de forma clara. Nuestra inteligencia es igual que la del resto, simplemente tenemos problemas auditivos», subrayó esta mujer mientras emitía un hilo de voz que enseguida fue capturado por el lenguaje. Utilizaba sus manos, su rostro y su cuerpo, tantas expresiones como barreras derribadas por este colectivo en las Pitiusas.