Marcos Serra. | Arguiñe Escandón

El alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra (Ibiza, 1980), anima a todas las familias a participar en las actividades programadas para las fiestas de Sant Bartomeu y hace un balance de lo que llevamos de temporada y de legislatura.

—Después de dos años, se recuperan muchas actividades, ¿cuál le hace especial ilusión?
—Los fuegos artificiales. Es algo que siempre se ha realizado y que con dos años de pandemia no se había podido hacer. Aunque sea algo muy típico, es un símbolo de vuelta a la normalidad y de fiesta. Poder ver a todas las familias y los niños disfrutar de este día es una de las cosas que me hacen más ilusión.

—¿Está satisfecho con el programa?
—Muy satisfecho porque tiene muchas actividades para pequeños, mayores y familias. Es muy completo y siempre hay alguien que se encuentra a gusto en las actividades que organizamos.

—¿Cómo se viven las fiestas en su casa?
—De pequeño, recuerdo bajar con mis padres al paseo de las fuentes a ver los fuegos y a participar en las pequeñas atracciones de los feriantes; de más joven participaba en la fiesta de cartagineses y en la batalla de tomates, y ahora intento aprovechar para salir un día con los sobrinos, llevarles a las atracciones, comer algo y disfrutar con ellos en el paseo de Sant Antoni.

—Este año el flamenco es uno de los grandes protagonistas…
—Sí, la carpa de los rocieros va a estar instalada varios días, y allí podemos disfrutar de comida, bebida y mucha música y baile. Además, hay un día de jamón y flamenco, el 27, donde habrá baile, música, entretenimiento y ¡jamón!, que eso gusta a todo el mundo. Además, el festival de Brisa Flamenca con Niña Pastori será un éxito.

—¿Cómo va la temporada?
—Después de dos años, la gente la ha cogido con ganas. Hemos vuelto al turismo de siempre, aunque se ven ciertos cambios: hay más español, menos británico, más holandeses y más belgas. Creo que la llegada de nuevos hoteles de cinco estrellas a Sant Antoni y el aumento de categoría de muchos de los hostales y hoteles del casco urbano ha hecho que la dinámica vaya cambiando y el turismo suba de calidad en Sant Antoni. Es algo que cuesta años de mejorar, pero vamos en la buena dirección y se está notando.

—Uno de sus grandes logros ha sido desbloquear la Concejalía de Urbanismo. ¿Era tan difícil?
—En Sant Antoni veníamos de la pasada legislatura con un atasco grande, desmesurado, de más de dos años. Que aquel que tuviera un proyecto personal para una casa o para un nuevo establecimiento o un negocio, para cualquier cosa, tuviera que esperar tanto tiempo para poderlo hacer, me parece algo inadmisible. Desde que entramos, hemos trabajado para reorganizar el departamento y reforzarlo con nuevos técnicos, y ahora se ven los resultados. Estamos prácticamente al día en el otorgamiento de licencias urbanísticas en suelo urbano y la verdad es que hemos acortado muchos los plazos en entrega. Un final de obra, que antes se tardaba más de medio año, ahora en un mes más o menos ya lo tienes, y la verdad es que estoy orgulloso de haber conseguido este cambio que necesitábamos en este departamento. Es una bola muy grande que habíamos heredado, pero al ritmo que vamos estoy convencido de que cuando acabemos la legislatura estaremos al día en todo tipo de licencias. Ahora se ha notado un gran cambio y la gente me lo agradece.

—En qué consiste el primer ‘Plan de Seguridad Verano 2022'?
—Es un plan con las diferentes unidades operativas y sistema de videovigilancia en la vía pública. Se están instalando cámaras de seguridad en diferentes puntos y se espera que el año que viene haya más. Se han creado diferentes unidades, como la de dron o la de playas, que van en bicicleta por la zona del paseo de s'Arenal para vigilar que no haya carteristas y para atender a los turistas en primera línea. También van en motos de agua a las playas de cala Gració y Cala Salada para evitar la venta ambulante, que la hemos conseguido reducir notablemente, ya que gracias a las motos llegamos con más velocidad y sorpresa que por tierra. También hay un grupo operativo, que está dando muy buen resultado, para reforzar las zonas de ocio. Hacen un turno distinto a los ordinarios, desde media tarde hasta la madrugada, y refuerzan la zona del arenal, la puesta de sol, el paseo y el West End

—¿Qué planes tiene para el casco urbano?
—Empezamos con un pequeño tramo de la calle General Prim y este último año hicimos la calle Santa Inés, que la dotamos de infraestructura necesaria con pluviales que no había, cambiamos las tuberías de fecales, pusimos tuberías nuevas de agua potable, soterramos los tubos de gas y telecomunicaciones y cables eléctricos, y adoquinamos toda la calle. Lo que hicimos es embellecerla, ya que en más de 40 años no se había tocado. Este año se nos vino el tiempo encima con la temporada y asfaltamos para que en mayo pudieran abrir, pero continuaremos con las calles Colón y Sant Mateu para dotar de infraestructura a esta zona y finalizaremos el trabajo en la calle Santa Inés. En breve sacaremos una línea de subvenciones, tanto para el arreglo de fachadas, para embellecer casco urbano, como para el cambio de negocios. Prometimos que daríamos subvenciones elevadas para todos aquellos bares musicales, cafés conciertos y discotecas, que hagan reforma, y cambien sus negocios a comercios o restauración para intentar disminuir el número de locales de ocio de la zona del West End.

—En un año finaliza su legislatura, ¿ha cumplido sus objetivos?
—Estoy contento porque se ha mejorado mucho en urbanismo y limpieza, y se ha hecho mucho trabajo con la concejalía de recursos humanos para la buena organización. Destaca especialmente la mejora en seguridad, que tenemos la plantilla al 99% y no sé si se había conseguido nunca. Me ha quedado pendiente en el tema de obras e infraestructuras, son obras importantes y de años atrás, como hacer el nuevo cementerio en sa Pedrera, un proyecto que nunca ha llegado a licitarse; y la apertura en Ses Païsses de una calle que abre una nueva vía por todo el barrio, por detrás de Ses Païsses; también reformar el antiguo ayuntamiento o hacer el nuevo auditorio. Son temas de infraestructuras que me han quedado pendientes y que me gustaría, si repitiera legislatura, poderlos realizar.