La avenida Isidor Macabich está completamente levantada y llena de obstáculos por las obras. | Irene Arango

Problemas en la carga y descarga, atascos, polvo, reducción de la clientela... Los inconvenientes del día a día con unas obras de las dimensiones de las que se llevan a cabo en la avenida Isidor Macabich son palpables.

Es por ello que el presidente de la Petita i Mitjana Empresa d’Eivissa i Formentera (Pimeef), Alfonso Rojo, asegura que le cuesta ser comedido cuando hace declaraciones sobre unas obras que considera «necesarias», aunque el impacto sobre el tejido empresarial de la zona esté siendo muy elevado.

El presidente de la patronal recuerda que unas obras de estas dimensiones «no afectan solamente a la avenida Isidor Macabich, afectan a todo el entorno», porque mucha de la gente que venía a Vila de los pueblos ha decidido evitarlo en la medida de lo posible por las obras. «Todo eso retrae el consumo normal y los compañeros nos dicen que han notado una bajada de ingresos y de clientes importante», apunta Rojo.

Obras necesarias

A pesar de todo ello, Rojo reconoce que son unas obras necesarias. «Estamos cansados de que no exista una separativa de pluviales y fecales y cada vez que llueva las alcantarillas desborden. Para que eso dejase de pasar era necesario poner en marcha estas obras en una de las zonas más pobladas de la ciudad».

Indica que el Ayuntamiento de Ibiza ha informado a la patronal en todo momento del impacto de las obras y del tiempo que iban a durar, «pero una cosa es que te expliquen cómo va a ser y otra es cuándo te das de bruces con la maquinaria pesada delante de tu negocio y con el polvo cada día».

Respecto a los tiempos de ejecución, valora que la opción elegida por el Ayuntamiento puede haber sido la más adecuada. «Habiendo empezado en invierno sólo van a afectar a un verano, mientras que si se hubiera hecho en otra época del año podría haber afectado durante dos veranos, con lo cual no se podía hacer de otra forma», considera.

Se hace muy difícil transitar a pie por esta avenida.

La opción de parar durante el verano tampoco considera que fuese la más adecuada, «porque sino la ciudad hubiera estado en obras tres años».

«Es un mal necesario, pero te pones en la piel de un comerciantes de la zona, con las vallas delante de sus negocios y la dificultad para transitar por las aceras y entiendes sus quejas. Porque es muy complicado trabajar así», apunta.

Bajada de impuestos

Desde Pimeef aseguran que el esfuerzo con la administración ha ido dirigido a «conseguir que los comercios sufran lo menos posible». Por ello se planteó la eliminación de impuestos mientras duren las obras.

«Si un bar ve reducida su clientela en un 30% y encima al final del verano le llega la contribución de basuras de 300 euros, apaga y vámonos. Pero si ve reducidos sus ingresos en 700 euros pero al menos se ahorra pagar basuras, se encuentra con un pequeño alivio», razonó.

Es por ello que celebra que se haya llevado a cabo una reducción de impuestos, aunque asegura que «tendría que haber sido más ambiciosa», dado que la patronal pidió su supresión. El Ayuntamiento de Ibiza aprobó en el mes de junio suprimir la tasa de ocupación de la vía pública a los negocios de la zona y reducir al 50% la tasa de basuras.

«Ojalá cuando esté acabado tengamos una zona comercial exquisita y todas estas empresas que ahora pasan tantos problemas se puedan beneficiar de la nueva avenida», deseó, al tiempo que aseguró que la patronal estará vigilante para que el resultado de las obras sea excelente.

El apunte
Isaac Vaquer Ferrer

Casi cinco meses de obras

Isaac Vaquer Ferrer

El Ayuntamiento de Ibiza empezó las obras de remodelación de la avenida Isidor Macabich, una de las arterias principales de la ciudad, el pasado 29 de marzo, a las puertas de Semana Santa. Esto suscitó las primeras críticas al proyecto, que en teoría tiene que estar acabado dentro de un año, es decir, para el 29 de marzo de 2023. Durante estos meses han sido constantes las quejas y críticas de los pequeños y medianos negocios que hay por la zona. Además, se han producido varios escapes de gas y agua, causando molestias a vecinos y comerciantes. Este proyecto de remodelación tiene un coste de 4,5 millones de euros.